El presidente de EE.UU., Barack Obama, valora la opinión de su exsecretaria de Estado Hillary Clinton, incluso si es crítica con su gestión, aseguró hoy la Casa Blanca en un intento de tranquilizar las aguas después de que la ex senadora censurara abiertamente la política exterior del mandatario.

"Por supuesto que (Obama) valora su opinión", dijo a los periodistas el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Eric Schultz, en una conferencia de prensa en la residencia de vacaciones del mandatario en la isla de Martha's Vineyard (Massachusetts).

Schultz aseguró que la Administración de Obama está "mirando más allá" de la disputa y describió la relación entre ambos políticos como "cercana y resistente", dado que el presidente "aprecia el consejo y el asesoramiento" de su ex secretaria de Estado, "pero sobre todo aprecia su amistad". 

Obama y Clinton coincidirán esta noche en una fiesta en la casa del asesor demócrata Vernon Jordan en la citada isla, y la ex titular de Exteriores quiere aprovechar la ocasión para resolver el roce "con un abrazo", según indicó este martes un portavoz de ella, Nick Merrill.

Schultz recordó que la prensa no podrá asistir a la fiesta privada para comprobar si en efecto hay abrazo, aunque subrayó que "el presidente y la ex secretaria de Estado Clinton han compartido muchos abrazos a lo largo de los años, y muchos de ellos han sido captados por las cámaras". 

Clinton telefoneó este martes a Obama para rebajar las tensiones después de distanciarse con él este fin de semana en una entrevista, en la que aseguró que no ofrecer más ayuda a los rebeldes sirios, como ella sugirió en su día, contribuyó al auge de los yihadistas del Estado Islámico (EI), que asedian ahora el norte de Irak.

El "fracaso" a la hora de ofrecer un apoyo temprano a los rebeldes que originaron las protestas contra el régimen del presidente sirio Bashar al Asad "dejó un gran vacío que han llenado los yihadistas", afirmó la exresponsable de la diplomacia estadounidense en la entrevista con la revista The Atlantic.

Clinton también criticó la filosofía que rige la política exterior de Obama, que supuestamente algunos de sus asesores han definido como "no hacer cosas estúpidas", al indicar que ese no es un "principio organizativo" digno de un "gran país" como EE.UU.

Al respecto, el portavoz de Obama indicó que "hacer cosas estúpidas no es una buena idea", pero "nadie en la Casa Blanca diría que esa es su forma de describir nuestro enfoque de política exterior".

"Tenemos principios sólidos y fundamentales que dictan cómo el presidente ve el rol de EE.UU. en el mundo: afrontar cualquier amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos (...), pero no tomar la acción militar como el único componente o el primario de nuestro liderazgo en cada instancia", defendió Schultz.

Respecto a la crítica sobre Siria, indicó que hay "una diferencia honesta en cuanto a esa política" entre Obama y Clinton, y que el presidente "no quería apresurarse a proporcionar ayuda militar a la oposición siria" porque "podría haber caído en manos de EI", por lo que prefirió "esperar a conocer mejor" a los rebeldes.