La cadena de tiendas especializada en decoración, CasaIdeas, está a un paso de comenzar una nueva etapa en sus 20 años de historia. La semana que se inicia este lunes, o a más tardar la próxima, firmará el acuerdo marco que alcanzó con la banca a fines de diciembre para reestructurar su deuda. Sus acreencias suman $23 mil millones, la mayor parte en el corto plazo. Las negociaciones, que duraron 25 días, culminaron en la madrugada del 28 de diciembre y, desde entonces, las fiscalías de las entidades financieras han estado estudiando el texto.
Este proceso evitó a la firma someterse a un convenio judicial preventivo y abrió las puertas a dos nuevos hitos: el posible ingreso de un socio y la llegada de un nuevo gerente general, cuya búsqueda se encargó a un head hunter. Desde el 14 de octubre de 2011 el cargo lo ocupa el creador y controlador de la compañía, Mauricio Russo. Hasta entonces, Gustavo Gómez estaba a la cabeza de la gestión. Conocedores del proceso de reestructuración de la deuda señalan que era requisito completar este paso para buscar un ejecutivo que se interesara por llegar a la firma.
Este ajuste deja a la compañía en mejor pie para el ingreso de un tercero que inyecte capital. "Facilita que un socio quiera ingresar, la empresa queda plenamente estructurada en sus pasivos y con un elevado potencial de crecimiento", dice un profesional del sector.
Para este proceso se contemplan, al menos dos fórmulas. La primera, realizar un aumento de capital para que un tercero entre a la propiedad. La segunda, que el controlador -Mauricio Russo- venda parte del 80% que posee. En noviembre pasado, Celfin remató en US$1,1 millones el 30% que poseía en la firma y que había comprado en US$17,5 millones. Russo y su socia Claudia Venegas fueron los compradores.
LA NEGOCIACION
Una mesa en la que participó un grupo de bancos liderado por BCI, Santander, BBVA y HSBC, por el lado de los acreedores, llevó adelante la reestructuración financiera de CasaIdeas. En representación de la cadena participaron los abogados Nelson Contador y Luis Felipe Castañeda, y Ricardo Budinich, gerente de Administración y Finanzas.
Según el acuerdo marco, 2013 es el año de gracia que se le entrega a la empresa, período en que sólo deberá pagar intereses. A partir de 2014, y por ocho años consecutivos, cancelará capital e intereses en dos cuotas anuales.
Participantes de las negociaciones señalan que lo más complejo fue alcanzar una fórmula que tuviera el apoyo unánime de la banca. Este era un requisito indispensable para que se aprobara el acuerdo, a diferencia de lo que ocurre en los convenios judiciales preventivos, donde se impone la voluntad de la mayoría.
Ejecutivos del sector advierten que la que viene será una prueba importante para la firma, cuyo modelo, exitoso en el pasado, ha sido replicado por otros operadores de las grandes cadenas de comercio.
La empresa viene saliendo de una fallida incursión en EEUU, que le provocó pérdidas y que finalmente cerró a mediados de 2012. Parte de la mercadería que estaban vendiendo en ese país debió ser traída de regreso a Chile y ya fue liquidada. Hoy las tiendas, dicen cercanos, están abastecidas con nuevos stocks, lo que impulsaría las ventas.
Esta semana se conoció también el cierre del negocio en Colombia, donde la cadena mantiene una disputa judicial con quien operaba la franquicia en ese país. Por ahora, el plan es mantener la presencia en Perú, que maneja desde la matriz en Chile, y las franquicias en Ecuador y República Dominicana. La empresa informa en su web que hoy opera 49 tiendas, 35 de ellas en Chile, 12 en Perú y dos en Bolivia.