Los observadores de la ONU desplegados en Siria informaron que al visitar la zona de Al Qubeir, escenario de la masacre que acabó con varias decenas de víctimas el miércoles, encontraron la población vacía y algunas casas dañadas por impactos de armas de gran calibre.

En un comunicado, la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS) señaló que en el interior de varias viviendas había restos de sangre y que todavía se mantenían pequeños fuegos alrededor.

"Las circunstancias que rodean este crimen no están todavía claras y el número de víctimas no se ha podido confirmar", indica la nota sobre esta masacre, de la que la oposición siria ha acusado a las fuerzas del régimen, que, por su parte, ha culpado a "grupos terroristas".

En la zona eran visibles marcas de vehículos de combate BMP, así como agujeros y signos de destrucción en casas, causadas por cohetes lanzados desde ese tipo vehículos,  daños de granadas y de una amplia gama de armamento pesado.

Los miembros de la misión que pudieron acceder hoy a Al Qubeir, situada en la provincia central de Hama, no pudieron hablar con testigos de la tragedia, ya que la zona estaba desierta. Ayer el Ejército sirio y grupos de civiles les impidieran la entrada.

Tras la llegada de los "cascos azules" para verificar lo sucedido, a las 15.30 hora local (12.30 GMT), habitantes de una localidad vecina acudieron a su encuentro para contarles lo que habían oído sobre la masacre y denunciar la muerte de familiares.

En un vídeo de la UNSMIS, en el que se ven los signos de los bombardeos y disparos citados, un hombre cubierto con un pañuelo palestino muestra una colcha con manchas de sangre y la destrucción causada por el asalto.

Otro local dice a los observadores en árabe: "Jóvenes, niños, mi hermano, su mujer y siete hijos, el mayor de tan solo seis años. Os voy a enseñar la sangre. Quemaron su casa".

La misión de la ONU, que cuenta con unos 300 miembros desplegados en Siria, sigue trabajando para esclarecer lo sucedido en Al Qubeir, apuntó el comunicado.

La autoría de esta matanza ha vuelto a generar controversia. Damasco aseguró ayer que el ataque de un grupo terrorista causó la muerte de nueve personas, mientras que el opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) denunció que murieron 80 civiles, entre ellos 22 menores y 20 mujeres, a manos de las fuerzas del régimen.