Casi 5.000 inmigrantes murieron en 2014 al intentar llegar a países prósperos, lo que convierte este año en el más mortífero desde que se tienen registros, según un informe distribuido hoy por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) a dos días del Día Internacional de los Migrantes.
Hasta la fecha, 4.868 personas perdieron la vida en su travesía para alcanzar destinos donde poder tener un futuro mejor, cifra que dobla las 2.378 muertes registradas en 2013.
El número más elevado de muertes se produjo en el Mediterráneo, donde 3.224 personas fallecieron ahogadas por ir en embarcaciones inadecuadas para la navegación.
"Todos los países tienen la obligación internacional de salvar las vidas de quienes requieren ayuda. Cabe proseguir las operaciones de rescate en las aguas internacionales del Mediterráneo. Es más, la operación Tritón en curso es digna de encomio pero abarca una región demasiado pequeña", afirmó en un comunicado el director general de la OIM, William Lacy Swing.
La OIM teme que siga aumentando el número de muertes en alta mar si la Unión Europea (UE) no logra poner en marcha una operación de rescate exhaustiva y bien equipada en el Mediterráneo en reemplazo de la operación Mare Nostrum, que Italia ha suspendido.
Más de 540 migrantes fallecieron en la Bahía de Bengala, y por lo menos, otros 307 perdieron la vida en su intento por cruzar la frontera terrestre ente México y Estados Unidos.
Por orden decreciente, en el Cuerno de África fallecieron 265 personas, 251 en el este de África, 74 en el sudeste asiático, 66 en el Caribe, 51 en otras partes de Europa que no son las costas del Mediterráneo y 34 en otras regiones (en las que se incluyen 16 en América Central).
La OIM especifica que estos datos son los que han sido registrados, pero es consciente de que hay muchas más muertes que no han sido contabilizadas, por lo que la cifra real es mucho mayor.
Globalmente, la mayoría de los migrantes que pierden la vida provienen de África Subsahariana (27 %), de Oriente Medio y Norte de África (19 %) y del Cuerno de África (13%).
"Una gran porción de las personas que mueren y de las cuales se desconoce el origen provienen de África y de Oriente Medio por lo que los porcentajes citados deben ser mayores", especifica el texto.
Actualmente, uno de cada siete personas en el mundo es migrante: 232 millones de personas son migrantes internacionales, y 740 son migrantes internos.
Con respecto a los migrantes "forzados", actualmente las cifras son las más altas desde la Segunda Guerra Mundial: con 16,7 millones de refugiados y 33,3 millones de desplazados internos.
En relación a la inmigración irregular, las más recientes estimaciones sugieren que al menos hay 50 millones de migrantes irregulares en el mundo, lo que representa un quinto de todos los migrantes internacionales.
Una gran parte de ellos pagaron para ser asistidos en los cruces ilegales.
Se estima que unos tres millones de personas entran en Estados Unidos cada año de forma ilegal.
Asimismo, la Unión Europea detectó 107.000 cruces ilegales en 2013 frente a los 75.000 en 2012, un aumento del 48 %.
Sirios, eritreos y afganos fueron las nacionalidades más detectadas en la UE. Los sirios representaron un cuarto de todas las detecciones.
En 2013 se detectaron 345.000 personas que residían irregularmente en la UE.
Según el Pew Hispanic Center, en 2011 vivían en Estados Unidos unos 11,1 millones de personas de forma irregular.
Un 50 % de todos los inmigrantes del mundo residen en 10 países: Estados Unidos (45,8 millones), Rusia (11 millones), Alemania (9,8 millones), Arabia Saudí (9,1 millones), Emiratos Árabes Unidos (7,8), Gran Bretaña (7,8), Francia (7,5), Canadá (7,3), Australia (6,5) y España (6,5).