Unos ocho millones de personas han resultado afectadas por el devastador terremoto 7,9 Richter que afectó a Nepal el sábado pasado, según advirtieron hoy las Naciones Unidas en información entregada por AFP.

Esto representa a casi un tercio de la población del país que tiene alrededor de 27 millones de habitantes, según las últimas cifras que maneja el Banco Mundial.

El organismo internacional dijo en un informe que más de 1,4 millones de personas necesitan comida, pero que además hace falta agua y abrigo.

La ONU estimó que 1,3 millones de niños requieren asistencia urgente, por lo que suministrará ayuda alimentaria.

La vocera Elizabeth Byrs señaló que la ayuda se entregará en los próximos tres meses y que será "una operación masiva", pero que esta será "muy difícil" debido a la topografía montañosa del país.

Según el último reporte del gobierno de Nepal la cifra de fallecidos tras el sismo se elevó a 4.327, por lo que se declararon tres días de duelo nacional.

A este número hay que sumar las víctimas del lado chino de la frontera que suman 25 personas e indio donde asciende a 72.

"NO ESTÁBAMOS PREPARADOS"

Por primera vez el gobierno admitió públicamente que no estaba preparado para hacer frente a un terremoto de estas características pese a que había habido alertas.

El ministro del Interior, Bam Dec Gautam, dijo que "no tenemos suficientes medios y necesitamos más tiempo para llegar a todos". Al mismo tiempo admitió que tienen dificultades para gestionar la crisis y que "no estábamos preparados para un desastre de esta magnitud".

Ni siquiera en la capital, Katmandú, alcanzan los medios. "Vivimos aquí en la calle, sin comida ni agua, y en los últimos tres días (desde el terremoto) no hemos visto ni un solo funcionario", se quejó un hombre que se encuentra viviendo al raso con su familia. No hay electricidad, por lo que no funcionan bien ni el abastecimiento de agua ni las telecomunicaciones.