Pocos días antes de morir, el fiscal Alberto Nisman guardó un documento en la caja fuerte de la fiscalía. En el escrito, Nisman pide que Irán extradite a los ex funcionarios de ese país acusados de planificar y ejecutar el ataque a la Amia en 1994. Para ello, el fiscal argentino pretendía llevar el caso ante el  Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), de esta forma, Teheran estaría obligado por la comunidad internacional a extraditar a los culpables.  

Según el diario argentino La Nación, el documento fue protegido en la caja fuerte de la Unidad Fiscal Amia por decisión del sucesor de Nisman, Alberto Gentili, que dejó constancia en la causa de la decisión del funcionario.

Nisman buscaba la manera de forzar al régimen de Teherán a entregar a los ex funcionarios iraníes que tienen pedido de captura de la Interpol. Como señala el diario la Nación, Irán ha protegido a los ciudadanos buscados por Argentina. Aunque cada vez que ellos dejaban el país se exponían a ser detenidos en cualquier aeropuerto del mundo, porque están vigentes las circulares rojas de la Interpol que alertan de su búsqueda internacional.

La acusación de Nisman contra la Presidenta Cristina Fernández y el canciller Héctor Timerman, tiene que ver con esto último. Nisman los denunció por encubrimiento porque tenía pruebas de que pactaron con Irán, e iban a eliminar las circulares rojas. Según la denuncia de Nisman, el memorándum secreto, firmado en 2013 por Timerman con su par iraní, era la concreción de este acuerdo, señaló La Nación.

RECHAZO DE LAS AUTORIDADES ARGENTINAS
Para que el caso Amia pudiera resolverse, la Justicia argentina debía extraditar a los sospechosos para procesarlos. Pero los iraníes se mantuvieron fuera de alcance, en su país. Es por esto que, Nisman imaginó que una manera de forzarlos era darle intervención a la ONU, con la amenaza de aplicar sanciones contra Irán, que podían conducir a la marginación de este país de la comunidad internacional.

Como afirma el diario La Nación, cuando Alberto Nisman fue a proponer esta idea ante el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini. El secretario le respondió que no contaba con el  apoyo del Gobierno argentino. Justo en esa misma época, las autoridades habían comenzado las conversaciones con Irán para la firma del memorándum secreto. Esta coincidencia, hizo que las sospechas de Nisman se acentuaran, para seguir adelante con la denuncia contra la Presidenta y varios de sus funcionarios.