En el año que recién termina se duplicaron las solicitudes de los franceses para obtener la nacionalidad belga, según datos revelados hoy por Georges Dallemagne, el presidente de la comisión parlamentaria que se encarga de examinar las prácticas de naturalización.

El legislador dijo que se está "en presencia de un fenómeno", que se refiere exclusivamente a los franceses porque las solicitudes presentadas, por ejemplo, por los alemanes y los italianos se han mantenido relativamente estables.

Los números muestras que se pasó de 63 solicitudes de ciudadanía belga por parte de franceses en 2011 a 126 en 2012.

La mayoría de esos casos son de franceses muy ricos y famosos, como en el de Gerard Depardieu o el llamado "rey de lujo", Bernard Arnault, el hombre más rico en Francia. 

La atracción por Bélgica, nace en la ausencia en ese país de un impuesto sobre las ganancias de capital y financieros. Actualmente se estima que los residentes de origen francés en Bélgica son alrededor de 200.000.

Del 1 de enero, la ley belga ha saltado de tres a cinco y diez años el período de residencia en el país que se necesita para obtener la ciudadanía, a menos que hayan nacido en ese suelo o que se haya casado con un ciudadano/a belga. 

Sin embargo, esa regla temporal más ampliada puede no aplicarse si el solicitantes es una personalidad ilustre, como es el caso de artistas, empresarios y deportistas.