En medio de las versiones que ponen en duda el trabajo que realizó para el ministro Alejandro Madrid por cuatro años, la médico forense Laura Börgel decide por primera vez hablar del peritaje que detectó gas mostaza y talio en los restos de Eduardo Frei Montalva y que fue el principal fundamento del juez para procesar a seis personas por homicidio.
"Se trata de una investigación científica apoyada por auditorías en el extranjero y confirmadas con contramuestras en laboratorios de Estados Unidos, Canadá y Suecia", dice la toxicóloga y docente de la Universidad de Chile, dueña del laboratorio Servitox.
Sin embargo, Börgel disiente frente a la tesis del juez Madrid, de que la administración del compuesto Transfer Factor habría agravado el estado de Frei. Según la resolución del magistrado, "se ha podido establecer que al enfermo (Frei Montalva) se le aplicó un producto denominado 'Transfer Factor', el que se encontraba en etapa de experimentación, y que (...) no estaba autorizado por la Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos, y aunque se pensaba que podía favorecer la recuperación de un sistema inmunológico deprimido", pero finalmente el ex mandatario se agravó.
Contraria a la conclusión del juez, la perito señala que "desde el punto de vista toxicológico no tuvo ninguna relevancia. El paciente estaba con un sistema inmune tan deprimido que el Transfer Factor no fue el gatillante de la muerte ni fue coadyuvante".
Sobre el nivel de certeza de su peritaje, señala que los exámenes realizados en el extranjero detectaron lo mismo que ella. "Específicamente, sales sulfónicas que aparecen sólo en un organismo que ha sido expuesto a este veneno. Las sales sulfónicas son el compuesto que queda a los siete días. La primera semana está el metabolito del tiodliglicol (componente del gas), pero desde el día 8 aparecen las sales sulfónicas. Esas son las que detectamos y su efecto en el cuerpo es un daño en el crecimiento celular. Eso es lo que mató a Frei Montalva", dice la perito, que también ha trabajado en causas como Celco, ADN y las muertes en el Hospital Félix Bulnes.
Börgel explica que en junio de 2007 recibió resultados del laboratorio del US Army con esta conclusión: el daño en las células podía ser atribuible a gas mostaza. "El 2008 pedimos exámenes a Suecia y la conclusión fue similar: no se detectó tiodiglicol, pero puede haber sales sulfónicas", agrega.
Ante la pregunta de si es verdad que había informes que descartaban la presencia de gas mostaza, Börgel dice que "lo que hay son conclusiones de auditorías de Inglaterra y Finlandia que señalan que no hay tiodiglicol, pero que no hay que descartar las sales sulfónicas. Ellos nos pidieron chequear si había daño celular para tener certeza absoluta. Al realizar esos últimos exámenes se detectó el daño en el ADN de crecimiento de las células. No fue necesario ningún otro examen".
Börgel dice que el FBI no encontró nada en los restos, porque "ellos buscaron drogas de abuso como cocaína, no buscaron gas mostaza".
Respecto de la duda de si Frei murió envenenado o por la infección del candidas albicans, ella señala que "ese es un hongo que está en el organismo y aparece cuando las defensas están muy bajas. Esa infección es el cuadro más frecuente en las personas expuestas a gas mostaza".