El Ministerio Público de Cauquenes sigue con las indagaciones en el marco de la investigación por las discrepancias aparecidas entre la primera y segunda autopsia practicada al cuerpo de Hernán Canales, muerto tras ser atropellado por el vehículo que guiaba Martín Larraín Hurtado en septiembre pasado en la localidad de Curanipe.
En la más reciente diligencia, funcionarios del Servicio Médico legal tomaron muestras de sangre a la madre de la víctima como una forma de comparar el ADN en el momento que se lleven adelantes los análisis de rigor por parte del equipo forense que encabeza la perito Viviane Bustos, quien ya se reunió con el fiscal de Parral Nelson Riquelme, quien indaga otra arista en este caso, respecto del trabajo desarrollado por el médico Mario Peña y Lillo, desvinculado de su trabajo con el SML hace unas semanas, tras conocerse inconsistencias en su actuar.
El fiscal Riquelme indicó que "en este momento no se ha pedido ninguna audiencia y estamos a la espera de unos antecedentes que se solicitaron al Servicio Médico Legal en Santiago".
Pese a que el fiscal no aportó mayores antecedentes al respecto, si se pudo indagar que se trata de antecedentes sobre el funcionamiento del SML en la zona y del médico cuestionado por la familia de Canales.
Esta información resulta clave para que la Fiscalía resuelva si existió o no delito en el actuar del facultativo, el que de existir permitiría fundar una acusación y llegar a la respectiva audiencia de formalización en el tribunal local.