"Este caso ha representado para mí una gran decepción mirando desde una perspectiva institucional. Pareciera que un espeso manto de impunidad se hubiere desplegado generosamente para tutelar ciertos nombres", dijo el senador radical Nelson Avila en su declaración ante la comisión que investiga la compra de 25 aviones Mirage a Bélgica en el año 1994.
El parlamentario -que inició las denuncias sobre presuntas irregularidades-, alertó a los integrantes de la comisión sobre un viaje que realizó a Bélgica en 1992 el ex Presidente Patricio Aylwin junto a una comitiva integrada en su mayoría por oficiales de la Fuerza Aérea. Según detalló, "allí hubo una participación desusadamente numerosa por parte de la Fach y por lo tanto, quizás fue en ese instante que se iniciaron los primeros contactos de esta negociación", agregó en alusión a la investigación sobre el pago de US$ 15 millones en comisiones ilegales durante la adquisición de los cazabombarderos.
Los diputados de la Alianza que integran la instancia, interpretaron la declaración como "el inició del mal negocio", desencadenando la petición de una serie de oficios al ministerio de Defensa para que se detalle el nombre de quiénes participaron en la delegación junto al ex Mandatario y los motivos del viaje.
Por medio de un documento de cuatro carillas, Avila detalló a la comisión la fiscalización que inició sobre la compra de los 25 aviones Mirage a Bélgica. "Mi incursión en el caso arranca en 1997. Fue una conversación reservada que sostuve con el ministro de Defensa de ese momento, Edmundo Pérez Yoma. Le puse al tanto de una información muy delicada que recibí desde Bélgica, pero percibí en él la incomodidad que le producían cuestionamientos en un ámbito tan sensible como la probidad. Sospeché que pensó en una reanudación de mis hostilidades a la Fuerza Aérea", comentó el legislador al tiempo que cuestionó la "pasividad" de las autoridades de la época para enfrentar el caso de eventuales irregularidades.
"Dada la gravedad de los antecedentes que yo estaba apuntando, se debería haber generado una reacción en el ámbito político y judicial", dijo, agregando que "sentí una gran frustración por la pasividad de Eduardo Frei frente a la situación que se había denunciado. La situación era tan grave que debió, al menos, actuar de oficio e iniciar una investigación sin que nadie se lo pidiera".
Si bien el decreto que autorizaba la compra de los cazabombarderos fue firmado 10 días antes del término del gobierno de Patricio Aylwin (1 de marzo de 1994), el ex ministro de Defensa de esa administración, Patricio Rojas, declaró que la operación se terminó de concretar en el gobierno de Frei y que siempre existió la posibilidad de anular el preacuerdo contraído con el gobierno belga, razón por la cual parlamentarios de la Alianza han cuestionado la responsabilidad de ambos ex Mandatarios.
"En todos estos hechos hay responsabilidades y de la más diversa naturaleza. Una operación como ésta no podía haber culminado con éxito, sin el compromiso efectivo en todo lo que concierne a las instancias no sólo técnicas, sino también políticas", sostuvo Avila.