El 3 de julio de 2015, el fiscal adjunto de la Fiscalía de Coyhaique, José Moris Ferrando, solicitó fijar la audiencia para formalizar al señor Mauricio Ortega, por los delitos de violación de morada violenta y amenazas simples, en contra de Nabila Rifo.
Esto, debido a que Ortega, el 5 de junio del mismo año, había llegado hasta el domicilio de la mujer, portando un hacha. Con ella, habría golpeado y roto dos de las puertas del inmueble, ingresando sin la voluntad de su dueño al lugar, manifestándole a la víctima que la mataría.
En ese momento, se fijó audiencia para el 14 de agosto, la cual finalmente se aplazó, debido a que el ahora imputado no se presentó. De esta forma y enviando las notificaciones pertinentes, la formalización se llevó a cabo el 22 de septiembre.
Ahí la causa contra Ortega fue suspendida condicionalmente por un año. La magistrado Cecilia Eliana Urbina Pinto, concedió esta salida, con la promesa de que el imputado se sometiera a un tratamiento terapéutico, cuyo objetivo era impedir nuevos sucesos de violencia intrafamiliar, todo ello por el lapso de seis meses, debiendo informar al Tribunal del inicio y termino de este.
Además, se le exigió al desabollador de profesión, que compareciera a firmar a la Fiscalía Local de Coyhaique cada tres meses. Teniendo que dar cuenta de cualquier cambio de domicilio.
Ocho meses más tarde, el 24 de mayo de 2016, el fiscal adjunto de Coyhaique, Luis González, solicitó revocar la suspensión del procedimiento, puesto que seis días antes, el 18 de mayo, el imputado fue formalizado nuevamente y sometido a medida cautelar de prisión preventiva.
Desde entonces, Ortega ha estado privado de libertad y se le ha responsabilizado de otros dos delitos, delitos que dejaron a Nabila Rifo con pérdida de sus globos oculares y con múltiples lesiones, femicidio frustrado y mutilación.
Siguiendo con la cronología, hoy se desarrolló la quinta jornada de juicio oral contra este hombre de 42 años. Jornada en la que el hermano de la víctima, Elvis Rifo, contó lo que presenció la mañana donde supuestamente Mauricio amenazó de muerte a Nabila con un hacha en las manos.
Ese día, Elvis se quedó a dormir en la casa de su hermana, y según contó, despertó con los fuertes ruidos que venían del pasillo. Tras ello se habría levantado, evidenciando que su ex cuñado estaba entrando a la pieza de Nabila, donde también estaban sus cuatro sobrinos, con el hacha en las manos.
Respondiendo a las preguntas del persecutor, Rifo dijo que como a las siete de la mañana "yo desperté en el segundo piso con los ruidos del hacha y escuché los gritos de mi sobrino igual, con los golpes que estaba dando Mauricio Ortega en el pasillo del segundo piso. Yo escuchaba el llanto de mis sobrinos y salí a sacarlo".
"Él estaba enojado, iba entrando a la pieza de mi hermana, dentro estaban mis sobrinos, los más chicos y Nabila, llevaba el hacha", continuó.
En ese momento, Elvis tuvo que calmar a Mauricio y pedirle que saliera de la casa. Recalcó, también, que en ese entonces su hermana no estaba emparejada con el presunto agresor, "estaban separados", insistió.
Consultado por la defensa Ortega, Rifo añadió que tras sacar al imputado de la casa, salió con él a dar una vuelta en auto. Dichos datos fueron aprovechados por la Defensoría Penal Pública para mostrar al Tribunal que resultaría un tanto complejo entender cómo Elvis, se va a "pasear" en auto con un hombre supuestamente tan agresivo como el descrito por la Fiscalía.
Cabe precisar, en este sentido, que el testigo presentó contradicciones respecto a su declaración anterior.