A través de su página web, la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, se refirió por primera vez a la multitudinaria marcha realizada el pasado miércoles en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman.
La Mandataria afirmó que la marcha, convocada por un grupo de fiscales en honor a Nisman, "no fue para nada un acto de homenaje a una persona trágicamente fallecida, con la obvia excepción de sus familiares directos".
"Se pudo ver en vivo y en directo, a dirigentes políticos riéndose a carcajadas y también a manifestantes llevando carteles con leyendas ofensivas e insultantes contra el gobierno. Tampoco fue una marcha del "silencio", porque el mismo fue sonoramente roto por un orador sindical integrante de una central obrera ferozmente opositora al gobierno. En definitiva: tanto en lo gestual como en las palabras y en lo ostensiblemente visible, el 18F fue decididamente una marcha opositora, convocada por fiscales y apoyada por jueces y todo el arco político opositor", añadió.
En esta línea aseguró que "había que esperar, por que podría haber sido una marcha en homenaje a un Fiscal que apareció sin vida en circunstancias dudosas, tal cual lo expresa la carátula del expediente judicial, o podría haber sido lo que realmente fue: simple y sencillamente, una marcha opositora".
"Marcha que si tuvo un único e inmenso mérito, que es el que en la Argentina, tu país, se puede disentir, se puede insultar al Gobierno y a la Presidenta, y se puede marchar libremente", indicó la mandataria.
Fernández también calificó de "absurda y políticamente armada" la cifra de asistentes a la marcha difundida por los medios de comunicación argentinos, que estimaron la presencia de unas 400.000 personas.
La presidenta argentina adjudicó el número a que el "Partido Judicial" debe aparecer con "respaldo masivo" que "avale y dé aires de legalidad a cualquier mamarracho judicial, independientemente de lo que digan las leyes, los códigos de fondo y de forma y hasta la mismísima Constitución".
Además, la jefa de Estado cuestionó que se le reprochara no hablar sobre el fallecido fiscal.
"Resulta curioso que cuando hablo de lo que algunos no quieren, un fiscal me exige que me calle, y cuando no hablo de lo que ellos quieren, me reclaman que hable", apuntó Cristina Fernández.