Una jueza dispuso este viernes que un colaborador del fallecido fiscal Alberto Nisman, quien le entregó un arma un día antes de su muerte, no puede salir de Argentina sin autorización judicial.
La medida dispuesta por la magistrada Fabiana Palmaghini es la "restricción de salida del país", informó en un comunicado de la fiscal Viviana Fein. Esto implica que en caso de concederse la autorización a Diego Lagomarsino de dejar territorio argentino, será por tiempo limitado y deberá estar disponible para la justicia.
La jueza tomó la decisión "luego de reiterados intentos por ubicarlo".
Lagomarsino entregó un arma calibre 22 a Nisman el sábado por la tarde alegando que el investigador se la había pedido para garantizar su seguridad. El 14 de enero Nisman había denunciado a la presidenta Cristina Fernández por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados del atentado en 1994 contra un centro judío de Buenos Aires, que causó 85 muertos.
A su vez, todos los guardaespaldas de Nisman fueron sumariados por la jefatura de la Policía Federal para determinar cuál fue su proceder el día en que el fiscal fue hallado muerto, dijo a la agencia The Associated Press una fuente cercana a la investigación que ha pedido que su identidad se mantenga en reserva porque no está autorizada a hablar con la prensa.
Los 10 policías federales que integraban la escolta de Nisman y dos superiores que los coordinaban fueron puestos "a un costado" y sometidos a un "proceso administrativo" dentro de la fuerza. Ese proceso podría derivar eventualmente en su cese y expulsión.
La justicia intenta establecer por qué los dos agentes que el domingo estaban asignados en la portería del edificio de Nisman para preservar su seguridad demoraron en informar que no habían conseguido contactarse con el fiscal cerca del mediodía, tal como Nisman había acordado con ellos. El fiscal fue hallado muerto esa noche en su apartamento de una lujosa torre de Buenos Aires.
De los 10 integrantes de la escolta de Nisman, los dos que se encontraban asignados el domingo ya han declarado ante la fiscal Fein, quien deberá decidir si toma alguna medida procesal en su contra.
Nisman, de 51 años, fue hallado muerto en el baño adyacente a su dormitorio con un tiro en la sien derecha. Junto a su cuerpo había una pistola calibre 22.
En el comunicado, la fiscal agregó que "está a la espera de la finalización de un peritaje balístico donde se dispuso la toma de muestras a los efectos del cotejo de ADN, así como también si el proyectil extraído del cuerpo se corresponde con el arma calibre 22 hallada en el lugar".
El lunes el fiscal debía presentarse ante una comisión del Congreso para ofrecer más detalles sobre la denuncia contra Fernández, el canciller Héctor Timerman y otros allegados al gobierno por el supuesto encubrimiento de ex funcionarios iraníes acusados de participar en el atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
El gobierno de Irán ha negado por mucho tiempo que haya estado involucrado en el atentado, y el viernes, el ministro de Relaciones Exteriores iraní Javad Zarif refutó la acusación de Nisman.
La justicia argentina investiga si el fiscal fue asesinado, cometió suicidio o fue víctima de un suicidio inducido.
Según Fein, la muerte de Nisman se habría producido al mediodía del domingo. Uno de los elementos más desconcertantes es que hayan transcurrido muchas horas desde su deceso hasta que el cuerpo fue encontrado.
Según la fuente citada, el fiscal le había dicho a sus escoltas que se comunicaran con él a las 11.30 (1430 GMT) del domingo. Ante la falta de respuesta, subieron hasta el vestíbulo de acceso al apartamento donde vieron que los periódicos del día no habían sido recogidos. Llamaron entonces a la secretaria del investigador, que tampoco pudo comunicarse con él, y luego a su madre.
Recién poco después de las 22 la madre del fiscal y los guardaespaldas lograron ingresar a la vivienda y encontraron muerto a Nisman.