En una jornada marcada por las huelgas y masivas protestas convocadas por los sindicatos en repudio de las reformas económicas impulsadas por el gobierno del Presidente Michel Temer, la clase política brasileña amaneció hoy a la defensiva frente al terremoto desatado por el fiscal general Rodrigo Janot, quien el martes pidió a la Justicia la apertura de 320 investigaciones en el marco del escándalo de corrupción en Petrobras, incluyendo 83 nuevas solicitudes contra políticos, entre los que se contarían los ex Presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ambos del PT, además de por lo menos cinco ministros del actual gobierno.
Pese a que los testimonios de los ex ejecutivos de la constructora Odebrecht y las peticiones de investigación están bajo reserva, fuentes de la Fiscalía revelaron a diferentes diarios locales que las denuncias alcanzarían a los actuales ministros Eliseu Padilha (de la Presidencia); Aloysio Nunes (Relaciones Exteriores); Wellington Moreira Franco (Secretaría General de la Presidencia); Gilberto Kassab (Ciencia y Tecnología); y Bruno Araújo (Ciudades).
Entre los senadores destacan Aécio Neves y José Serra, que han sido candidatos a la Presidencia por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), así como varios de los principales líderes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la formación liderada por Temer.
Igualmente figurarían en la nómina de políticos con fuero privilegiado contra los que se pide la apertura de investigaciones los actuales presidentes del Senado, Eunicio Oliveira, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia.
Janot , quien aseguró que lo revelado en las delaciones muestra un nivel de corrupción "jamás imaginado", solicitó, además, que se abran investigaciones a otros 211 sospechosos sin fuero especial, entre los que contarían Lula y Rousseff, según el diario O Globo.
Sólo se levantará el secreto del sumario cuando el ministro Edson Fachinin, instructor del caso en la Corte Suprema, haya analizado en detalle la documentación generada por la Fiscalía.
Según el diario O Estado de Sao Paulo, "la mención de los ministros preocupa a Temer". Sin embargo, hasta el momento el mandatario -que hoy se reunió con la cúpula del Congreso-, resistió a las presiones y ratificó en sus cargos a Padilha y Moreira Franco, ambos del PMDB. "¿Podrá Temer mantener a esos ministros por mucho tiempo más?", se preguntó la comentarista política Vera Magalhaes.
El escándalo incluso podría salpicar directa o tangencialmente a Temer, ya que él mismo ha reconocido que negoció donaciones para campañas electorales con Odebrecht, aunque sostiene que "todo dentro de la legalidad". "Sin estar físicamente en la lista, él está en ella implícitamente por medio de sus principales colaboradores, sean del PMDB, del PSDB y el ministerio", recordó Alex Solnik, columnista del portal Brasil 247.
La prensa advirtió hoy sobre los efectos de la temida "Lista de Janot" en la gestión del gobierno de Temer. "Con parte significativa de la Explanada de los Ministerios golpeada en el pecho por las revelaciones el gobierno quedará paralizado", escribió O Estado de Sao Paulo.
En la misma línea, Folha de Sao Paulo aseguró que "en los últimos días, articuladores de Planalto pidieron a los líderes de la base aliada en el Congreso que hagan avanzar los proyectos de interés del gobierno, en un intento por superar la agenda impuesta por las investigaciones y una posible sensación de parálisis del Legislativo". Según el periódico, "preocupa sobre todo la reforma previsional".
"Cuando todos son sospechosos, nadie se anima a gritar muy alto contra los adversarios", comentó a La Tercera el columnista de Folha de Sao Paulo, Clóvis Rossi. "Lo que sí es cierto, es que aumenta la desmoralización de la clase política en general, pero es temprano para decir quién se beneficia de eso", apuntó.