"Sí, vengo a declarar... Como testigo", dijo pasado el mediodía de este miércoles un sonriente Teodoro Ribera.
El ex ministro de Justicia, arribó a la Fiscalía Centro Norte para entregar su testimonio a Marcos Emilfork, el persecutor que investiga las muertes ocurridas en los centros del Servicio Nacional de Menores (Sename).
Pero antes de que Ribera llegara al Ministerio Público, lo hizo su sucesora en la Secretaría de Estado, Javiera Blanco.
La actual integrante del Consejo de Defensa del Estado (CDE), ingresó en completo hermetismo al edificio ubicado en Avenida Pedro Montt, donde estuvo declarando por más de cinco horas y media.
Su sucesor, en tanto, lo hizo por 90 minutos. Una vez que terminó el interrogatorio, Emilfork explicó que "hemos realizado diligencias toda la semana y han prestado declaración muchas personas".
En ese contexto, agregó que se continúan abriendo distintas líneas de investigación conforme avanza todo el proceso. "Algunas están relacionadas con el Plan de Aseguramiento de la Calidad de las Residencias (Ascar) y otras con las prestaciones de salud, por eso han declarado personas vinculadas a redes asistenciales y servicios de salud", apuntó.
Respecto a la declaración de Javiera Blanco, el fiscal reconoció que la muerte de Lissette, y lo que ocurría en el Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino, "fue un tema relevante". Sin embargo, desestimó entregar mayor información al respecto.
"No voy a entregar detalles de la declaración, toda vez que de ella surgen nuevas diligencias que tenemos que realizar", advirtió Emilfork, quien sí reconoció que en las próximas semanas habrá nuevas formalizaciones. Si bien el fiscal evitó detallar qué cargos y contra quiénes los formulará, trascendió que los nuevos imputados son funcionarios del Cread Galvarino de Estación Central donde falleció Lissette.
Testimonio clave
El abogado de la madre de la menor fallecida, Sebastián Lafaurie, valoró que se realicen más formalizaciones en el caso.
En cuanto a la declaración de la ex ministra Blanco, comentó que es relevante. "Sobre todo porque hoy existe una conciencia de que hubo, a lo menos, una intención de minimizar la gravedad de los hechos, como fueron las declaraciones de la ex ministra, incluyendo su interpelación y la de sus subordinados", afirmó.
Y añadió: "En la investigación de la muerte de Lissette, el testimonio de Javiera Blanco es clave, porque era ella quien estaba al mando del ministerio al momento de la tragedia y como máxima autoridad respaldó los dichos de la entonces directora del Sename, Marcela Labraña, quien además de descartar cualquier tipo de responsabilidad de la institución, dejó entrever que Lissette murió por estrés y pena".
La que también destacó el testimonio de la ex secretaria de Estado fue la diputada Marcela Sabat (RN), integrante de la comisión investigadora del caso Sename.
"Justo cuando algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría quieren desconocer la responsabilidad de las jefaturas del Ministerio de Justicia y del Sename, en el marco de la comisión investigadora, conocemos esta noticia", apuntó la parlamentaria.
Sabat agregó: "Ojalá que el fiscal llegue al fondo de este asunto y se condene a los culpables. Pero acá hay responsabilidades de quienes estaban en las jefaturas por no proveer las herramientas suficientes para, por ejemplo, atender urgencias".