En Chile, tradicionalmente la hepatitis A se transmitía por la ingesta de comida contaminada con aguas servidas, propiciada por la mala higiene y por la incorrecta manipulación de alimentos. Sin embargo, desde fines de 2016 y todo el primer semestre de este año, el Ministerio de Salud (Minsal) detectó una nueva causa de los contagios, catalogada como "inusual": las prácticas sexuales.
El último informe de vigilancia de la enfermedad, que data de junio pasado, dice que los contagios por hepatitis A se duplicaron a nivel nacional y que solo en la Región Metropolitana crecieron 11 veces en comparación a igual fecha de 2016. Así, se presentaron 1.184 enfermos en todo el país, anotando una tasa de incidencia de 6,4 casos por cada 100 mil habitantes, lo que configura un brote que se concentra en la RM, Valparaíso y Antofagasta. A lo largo de Chile, durante el primer semestre del año pasado hubo 590 contagios y un nivel de ocurrencia de 3,2 personas por 100 mil.
Los datos arrojan que en la capital se registra el mayor aumento del país. En la RM el número de casos creció de 54 a 615, con un alza de la incidencia de 0,7 a 8,2 por 100 mil. En el documento se señala también a la "conducta sexual como un factor de riesgo, asociado principalmente a la práctica oro-anal, que favorece el ciclo corto de transmisión de la hepatitis A".
Antofagasta, en tanto, presenta la tasa más alta, con 15,4 casos por 100 mil, cinco veces más de lo notificado en 2016. Sin embargo, los contagios se deben, principalmente, al consumo de alimentos en la vía pública. En el Biobío se registra la segunda mayor tasa a nivel nacional (11,9 casos por 100 mil), pero el reporte indica que se mantiene una tendencia a la disminución luego del brote epidémico de 2015.
Prácticas sexuales
Iván Ríos, encargado de la vigilancia epidemiológica de la hepatitis A del Minsal, afirmó que "por primera vez en nuestro país se describe un brote asociado a prácticas sexuales, donde el grupo de mayor riesgo son los hombres que tienen sexo con otros hombres".
Según el informe, el perfil de los casos en la RM son "hombres jóvenes entre los 20 y los 39 años, residentes en comunas del sector centro-oriente de la capital".
Se detalla también que se inició una investigación epidemiológica a cargo de la Seremi de Salud, la cual reveló que la mayoría provienen de Santiago Centro, Providencia y Ñuñoa, y que el 61,4% de los encuestados declararon tener relaciones homosexuales previo a los síntomas.
El informe describe que "este perfil coincide con lo observado en brotes de hepatitis A en varios países de Europa, como España, Italia, Alemania, Holanda y Portugal".
Un boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que 15 países de aquel continente habían notificado 1.173 casos relacionados con tres brotes distintos de la patología.
La past president de la Sociedad Chilena de Infectología, Jeannette Dabanch, apuntó que "este mecanismo de transmisión ya estaba documentado en otros países, pero no lo habíamos evidenciado en el nuestro. Esto se relaciona con la no reducción de otras enfermedades de transmisión sexual, donde es importante la práctica del sexo seguro".
Milena Chiappe, infectóloga de la Clínica Santa María, señaló que en los últimos años se atendían cinco casos anuales, pero desde marzo recibe seis contagiados al mes. "El grupo sociocultural alto está sin inmunidad, porque generalmente no adquirieron la enfermedad en la infancia. Entonces, llegan a la adultez estando vírgenes de la hepatitis A y se contagian al realizar estas nuevas prácticas sexuales", explicó Chiappe.
Agregó que "cuando veía la enfermedad en una persona común y corriente, sabía que había sido por la ingesta de comida contaminada por fecas humanas. Ahora, como está asociada a prácticas sexuales, me veo obligada a pensar que el paciente pudo haber adquirido también un VIH".
Medidas
El Minsal se reunió en abril con las agrupaciones de diversidad sexual para notificar las características del brote. Para Ríos, esta es una de las medidas clave dentro de la prevención, pues "el 18% de los casos de este año han requerido de hospitalización y se registró una persona que necesitó trasplante hepático. En los niños la enfermedad es benigna, pero en los adultos tiene graves efectos, como comas hepáticos o incluso la muerte", según explicó.
Otras acciones para frenar el alza de casos han sido vacunar al círculo cercano de los contagiados y sus parejas sexuales y ofrecer la inoculación a las personas con VIH. "La vacuna se le ofrece a estas personas cuando vienen a sus controles, como una medida adicional para que los casos no se compliquen o agraven", agregó.
También se informó que se planea, a partir del próximo año, incorporar al programa de inmunizaciones la vacuna contra la hepatitis A para los niños de 18 meses.
En tanto, Jaime Lorca, quien actúa como encargado del programa de toma de muestras para VIH de la agrupación Acción Gay, señaló que "los jóvenes no se están cuidando y hay poca información pública que nos muestre que estamos en riesgo. Al no existir una campaña que deje en evidencia que el riesgo es real, la gente no se cuida. Si ya cuesta que se use el preservativo para prevenir el VIH, más difícil será evitar algunas prácticas sexuales".
El presidente de Fundación Iguales, Juan Enrique Pi, apuntó que "la autoridad debe indicar claramente cuál es la conducta sexual y el riesgo de contagio, y llamar al autocuidado a todas las personas, sin sindicar a una orientación sexual específica. Esta es una enfermedad que nunca había sido de transmisión sexual, sino que hasta ahora".