Castellanos Moya: "Estoy siguiendo la ruta de Roque Dalton"

En un mes tomará el avión desde México hacia El Salvador. La propuesta para Erasmo Aragón es tentadora: fundar una revista en su país natal. Es 1991 y hay buenas noticias: todo apunta a un acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla, tras 12 años de guerra civil.

Hay, eso sí, un reparo antes de volar a Centroamérica: Erasmo está con su hígado que revienta. Es cuando visita en el D.F. mexicano al particular doctor Chente Alvarado, quien de la acupuntura pasará a sesiones de hipnosis. El escéptico de Erasmo se sentirá mucho mejor, luego de unos cuantos pinchazos. Y la hipnosis lo hará retroceder a su pasado familiar asociado a agitados días de guerra.

Entre la historia y la incertidumbre se mueve Erasmo, protagonista de El sueño del retorno, la última novela del escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya (57) editada por el sello Tusquets en 2013. El epígrafe del volumen es el poema El hijo pródigo, de Roque Dalton, el poeta asesinado en El Salvador en 1975.

"Toda piedad aquí es cruel si no incendia algo", apunta uno de los versos. Y es justamente su compatriota su nueva obsesión literaria.

"Estoy siguiendo la ruta del poeta revolucionario Roque Dalton. Hasta ahora, lo he estado abordando desde el ensayo", señala Castellanos Moya, quien actualmente es académico en la U. de Iowa, Estados Unidos.

Con el apoyo de esa casa de estudios, el año pasado escribió un ensayo sobre "La correspondencia clandestina" entre Dalton y su ex esposa Aída Cañas. "Pese al divorcio, Aída continuó siendo la mujer esencial en su vida: la corresponsal, la confidente, la amiga y la gestora de su obra", dice Castellanos Moya, quien quiere tener a Dalton de protagonista en su próximo libro.

El narrador aterriza en Chile hoy. Mañana recibirá en La Moneda el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas. Además, el sábado dará una charla en la Feria Internacional del Libro de Santiago, a las 20.30 h., en la sala Pedro Prado de la Estación Mapocho.

"De Manuel Rojas me atrae su vitalidad, su forma de integrar sus propias experiencias y las del mundo en que vivió en su universo narrativo", comenta el autor de reconocidas novelas como El asco e Insensatez. "Es una narrativa poblada de personajes marginales, con un caudal de anécdotas y escenas sorprendentes", agrega el escritor, quien fue informado en mayo pasado, por la ministra de Cultura, Claudia Barattini, sobre la noticia del galardón que entrega 60 mil dólares.

El Premio Manuel Rojas fue inaugurado en 2012 por el brasileño Rubem Fonseca. Luego, lo obtuvo el argentino Ricardo Piglia.

"Fonseca ha sido uno de mis autores admirados. Tuve la oportunidad de conocerlo. Es un tipo excepcional en todos los sentidos", dice Castellanos Moya. En el caso de Piglia: "Es un autor que tiene mucha influencia en las jóvenes generaciones. A veces lo veo como un autor que está en el centro de un triángulo formado por Borges, Onetti y Artl", concluye.