Una oleada de turistas es la que se ve por estos días en Castro, los que no se quieren perder el evento más importante de la isla: el festival costumbrista chilote. "Muchos turistas planifican sus vacaciones en Chiloé en torno a este fin de semana. Es un motivador de viaje muy potente", señaló Fernando Ortúzar, director de Sernatur Los Lagos.

Con 35 años de historia, es un modelo exitoso de rescate de la tradición local y atractivos turísticos, imitado en otras localidades del archipiélago y también en el continente. "Los turistas encuentran todas las tradiciones chilotas centenarias en un mismo lugar. Son los mismos vecinos los que aquí preparan las comidas, las artesanías y las faenas de campo. Todo hecho a mano, como cuando no había electricidad ni motores en la isla", relata Guido Bórquez, organizador municipal del festival. "Sólo se aceptan tradiciones netamente chilotas. Nada de vendedores ambulantes ni productos chinos", recalca.

Son 56 módulos de gastronomía tradicional, 14 faenas campesinas, 120 puestos con productos silvoagropecuarios y 25 locales con gastronomía especial, enfocada en mermeladas, conservas y dulces. Todo distribuido en siete hectáreas del Parque Municipal de Castro, con un escenario principal, estacionamientos, baños y seguridad para los visitantes. "Esta es la fiesta costumbrista más antigua de Chile y la más consolidada. Proyecta la esencia del chilote y por eso viene gente de todo el país", señala Nelson Aguila, alcalde de Castro.

El festival se financia con $ 60 millones del municipio, $ 10 millones del gobierno regional y lo que se recauda por las entradas para la gestión del evento, pero no para generar ganancias. El espíritu del festival está enfocado en poner en valor la cultura chilota, en beneficio de las 84 juntas de vecinos de Castro que participan como expositores, más los artesanos que comercializan sus productos. "Mantener nuestra cultura es lo único que nos va quedando. Lo hacemos, sobre todo, para poner en valor la cultura chilota y para que más gente venga a la isla todo el año. Con el turismo nos beneficiamos y podemos mantener nuestra esencia", indicó Manuel Barrientos, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Castro.

Alfredo Hernández (88), ex presidente de la Junta de Vecinos Nº 1 de Castro, fundó el festival en 1979 y acaba de recibir un reconocimiento de la ciudad por su legado.

"En esos años siempre se hacía un carnaval con elección de reina para la semana castrina. A mí me tenía un poco aburrido lo mismo y propuse hacer una fiesta que nos reflejara. Empezamos sólo con ocho puestos de comida y en minutos se acabó", remata Hernández. "Hoy, este festival ya está enraizado como proyección de la cultura chilota al resto del país y del mundo", explica Dante Montiel, profesor e historiador de Chiloé.

Atractivo turístico
Tanto es el éxito de este evento, que cada año suma, en promedio, tres mil visitantes más. Para esta versión se esperan 28 mil visitantes por día, quienes coparon la capacidad hotelera de Castro durante la semana. José Guerrero, jefe de recepción de Enjoy Chiloé, dice que "nos quedan cuatro habitaciones, y para el sábado, nada". Según Julio Candia, presidente de la Cámara de Turismo de Castro, será muy difícil encontrar alojamiento este fin de semana, pero "aún hay capacidad en cabañas en los alrededores, como Dalcahue, Chonchi o Achao, para quienes no hayan reservado".

En materia de acceso a la isla, Rodrigo Apablaza, gerente de operaciones de Trans Mar Chilay -una de las empresas de transbordadores-, este fin de semana es uno de los dos peaks del verano, junto con la Fiesta de la Candelaria, de principios de febrero. "Hemos ampliado la capacidad de nuestras embarcaciones y aumentado la frecuencia para evitar demoras", dijo.

En materia de seguridad, el mayor Patricio Reyes, de la 2ª Comisaría de Castro, indicó que "se ha aumentado la dotación dentro del recinto y en las vías de acceso. Sigue siendo una fiesta muy tranquila, de corte familiar, y nos esforzamos para que se mantenga así".