Italia podrá cambiar técnicos, pero su camino al éxito no suele variar mucho. Le cede la iniciativa al rival y busca golpear en el momento preciso. En Toulouse le sirvió para controlar a una Suecia que necesitaba de un triunfo y que ahora ve su clasificación complicada por culpa del 1-0, obra de Eder.
Porque los nórdicos tuvieron el balón en la primera mitad, pero en ningún momento fueron capaces de inquietar a Buffon. Italia le entregó la pelota y presionó en propio campo para buscar una salida rápida a través de algún balonazo en búsqueda de sus dos delanteros, Pelle y Eder. Ninguno, tampoco, fue capaz de hacer daño, en una fase inicial que pasará rápidamente al olvido.
El segundo tiempo anunció un poco más de parte de los suecos, que se estacionaron por la derecha. Ibrahimovic tuvo una clara opción en posición de adelanto, y los cambios le dieron a los del norte de Europa algo más de intensidad ofensiva. Sin embargo, la falta de creatividad les pasó la cuenta.
Italia tuvo un cabezazo de Parolo en el travesaño como gran opción, y cuando parecía que el empate era un hecho, sacó a relucir su inteligencia. De un lateral, Simone Zaza, quien reemplazó a Pelle, le pivoteó a Eder, que vio el espacio y se acercó al área de Isaksson. Con un derechazo cruzado, el brasileño nacionalizado le entregó la clasificación a la Azzurra.
Los de Antonio Conte ya aseguraron el primer lugar del grupo E, y con un juego lejos de llamar la atención, es un firme candidato. A Suecia le queda una dura misión ante Bélgica en su último duelo para intentar avanzar de fase.