Con dos derrotas en tres fechas, en Universidad Católica el ambiente es extraño. Y eso que apenas han transcurrido 76 días desde el bicampeonato. Claro, entre medio de eso también hubo un mercado de fichajes que hoy tiene molestos a varios estamentos del club. Y que, sumado al mal momento futbolístico, provocó que ayer el gerente deportivo tuviera que salir a dar explicaciones.
Pasa que aunque públicamente desde todos los rincones de San Carlos se han cansado de respaldar y ratificar que la política de renovaciones por sobre la de las contrataciones fue una decisión consensuada (lo dijo primero Mario Salas y ayer José María Buljubasich), lo cierto es que desde el cuerpo técnico dan luces de lo contrario. Y la dirigencia, de un tardío arrepentimiento. "Quizás nos equivocamos", advierten desde el seno del directorio. Esa es la primera alerta. El análisis que hacen en la concesionaria es el siguiente: en apenas tres fechas ya han debido lamentar suspensiones y lesiones de distinto grado de Germán Lanaro, José Pedro Fuenzalida, David Llanos, Carlos Espinosa y Cristián Álvarez. Pese a que el equipo titular ha sido tocado muy poco, con sus reemplazos no ha alcanzado en el plano local.
Eso es motivo de preocupación de cara al debut en la Copa Libertadores dentro de dos semanas. "Viendo cómo estamos jugando y que hemos tenido bastantes bajas y aún cuando no teníamos mucho dinero, quizás pudimos buscar algunas fórmulas para reforzarnos", agrega una voz dirigencial desde Cruzados.
Ese es una de los motivos que más contrariados tiene a algunos miembros del cuerpo técnico, quienes, internamente, siempre pujaron por contratar a los tres fichajes permitidos, pero que luego terminaron cediendo ante las muestras que el club les hacía en enero sobre sus arcas: no había plata para fichar. Pero sí para renovar. Ahí cayeron los nuevos contratos de Diego Buonanotte y del propio Lanaro, uno que logró renovar en medio de una mediática intención del Colo Colo de Guede por ficharlo.
"Está a la vista que un central nos habría venido muy bien; que quizás pudimos haber hecho algo más", comentan en el entorno del primer equipo. Ayer, en conferencia, el Tati trató de explicar lo que ocurrió con el tema específico del defensor: "Más que reforzar era traer a un jugador que viniera a sumar. Sabíamos que con el correr del semestre y por el desgaste podía pasar el necesitar a alguien más. Pero vimos que está (Cristián) Álvarez y (Alfonso) Parot también puede jugar de central... Se evaluó que había jugadores en el plantel que pueden cumplir la función de central".
Ese refuerzo estaba dentro de la lista que elaboró Mario Salas después de obtener el bicampeonato, el que incluía un conductor y un volante de contención. Aún cuando en la institución dicen que las decisiones se tomaron en conjunto, cercanos al Comandante cuentan que nunca estuvo ciento por ciento feliz de no sumar más elementos. Que aceptó a regañadientes que la situación económica del club era otra. O que al menos eso le decían. Porque dentro de su equipo de trabajo saben que la institución recibirá la no despreciable suma de US$ 450.000 por cada duelo como local en la fase de grupos de la Copa. También hubo un ingreso que bordeó el millón de dólares por la partida de Nicolás Castillo a Pumas.
"No gastamos todo, porque había que solventar algunas situaciones antiguas", aseveran en la plana dirigencial. Buljubasich también abordó este tema y aseguró que la temporada de refuerzos y "con el correr de los días, se conversó y se planteó esta situación (de las renovaciones) y la necesidad de traer algo, pero decidimos todos juntos que se iba a traer un delantero centro. El resto de los recursos los destinamos a mantener a jugadores que dos meses atrás estaban en un nivel altísimo. Nosotros trabajamos codo a codo con Mario. Todos los días analizando los posibles jugadores que puedan llegar. Después hay una situación presupuestaria y esas cosas se van conversando".
La UC suma apenas tres puntos de nueve posibles en el Clausura. Y ahora se lamenta por su estrategia en el armado de plantel. Aunque para eso ya es tarde.