El viernes 3 de junio, el empresario Gonzalo Vial Concha se querelló en contra de todos quienes resulten responsables por el presunto delito de estafa, en el caso Caval, donde se indagan irregularidades en la compra y venta de terrenos en Machalí, VI Región. Según precisó el querellante, la firma -de propiedad de Mauricio Valero y Natalia Compagnon, nuera de la Presidenta Michelle Bachelet- le proporcionó ocho informes de estudios mineros, a cambio de $ 1.000 millones, los cuales habrían sido supuestamente "copiados" a estudios ya hechos por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
De acuerdo a los hechos relatados por Vial Concha en la querella, "ha existido engaño, al atribuir, por parte de la señora Compagnon, la autoría de los informes referidos a Caval o, en su caso, a terceros contratados especialmente a estos efectos".
A base de estos antecedentes, el fiscal Sergio Moya abrió una nueva arista en la causa y encargó una serie de diligencias al OS-9 de Carabineros, entre ellas, la declaración de Compagnon.
La mujer de Sebastián Dávalos llegó hasta el OS-9 el 14 de julio, donde declaró en calidad de testigo. "Los ocho informes que señala la querella no son los únicos que se le pasaron a Graneles (empresa de Vial Concha), hubo muchos más, como estudios en batimetría (...). Las cuatro facturas señaladas en la querella son por todos estos estudios realizados, no sólo los ocho informes sindicados", dijo la cientista política.
Posteriormente, agregó que los ocho documentos que hace mención Vial en la acción judicial, no habrían sido tramitados por ella. "Estos se externalizaron a través de Mauricio Valero, yo no soy el autor de ninguno de ellos. Efectivamente, yo realizaba las conversaciones con Gonzalo (Vial Concha) y luego le transmitía a Mauricio estos requerimientos", señaló.
Compagnon manifestó que "todo lo relacionado a facturación, contratación de servicios para los informes lo hizo Mauricio con Marcelo Carreño, jefe de Finanzas de la empresa. En definitiva, lo que quiero decir es que el único responsable es Mauricio. Yo desconocía completamente la forma en que se realizaron estos informes. Entendía que había gente externa especializada que se contrataba para dicha función". Sin embargo, la policía le consultó si ella hizo entrega de los informes a Graneles -la empresa de Vial Concha-. Compagnon respondió que, "ocasionalmente, recuerdo haber llevado algunos informes, y se los entregaba a Gonzalo personalmente. Sé que eran revisados por él y con posterioridad se facturaba y se pagaba, pero como digo, eso lo veía Mauricio".
La cientista política, además, agregó que no tiene respaldo de los documentos cuestionados, "lo que se puede verificar en su computador", el cual incautó la fiscalía. La nuera de la Presidenta también sostuvo que su trato comercial con Vial Concha terminó en febrero de 2013 y que "no hubo ningún tipo de negocio con posterioridad".
El empresario también señaló en su querella que ella le ofreció servicios de seguridad informática, ante una supuesta conspiración para defraudarlo económicamente.
Diez días después a que Compagnon prestara su testimonio a Carabineros, fue el turno de su socio, Mauricio Valero, quien descartó algún tipo de fraude y ser el responsable de los informes por los cuales se querella Vial. "Por los informes investigados no se facturó a Graneles, primero porque no tienen valor comercial al que alude la cláusula cuarta del contrato entre Caval y Graneles, y, segundo, porque se incluyen dentro de información adicional que pedía Gonzalo Vial para su lectura", dijo Valero.
Además, a diferencia de su socia, que dijo que los responsables de contratación y facturación eran él y el jefe de Finanzas de Caval, Valero manifestó que "no, sólo éramos Natalia y yo (...). Respecto de la contratación de profesionales a honorarios, tanto como asesorías y proveedores, se decidían en conjunto con Natalia. Era una empresa que liderábamos dos personas".
Informe del OS-9
En tanto, el 17 de agosto, el OS-9 de Carabineros elaboró un detallado informe sobre esta arista del caso Caval, el cual remitió al fiscal Moya. En el documento se adjuntaron las declaraciones de los socios de la empresa, como también el representante legal de Graneles S.A., Hanz Vilches Pinilla.
El ingeniero dijo que "cuando estalló todo el caso Caval, y sabiendo que nosotros estábamos relacionados comercialmente con ellos, decidimos buscar todos los informes (...), pudiendo constatar que varios de ellos eran copias de informes, principalmente de Cochilco, lo que constatamos utilizando el buscador Google".
En las conclusiones del análisis policial se indicó que "se logró apreciar que si bien el códice, aparentemente, es el mismo, las anteportadas y, en algunos casos, la última hoja donde figuran los autores, fueron quitadas, siendo reemplazadas por una portada que dice Caval. Además, la sola mención en la portada de Cochilco, como fuente, se estima insuficiente (...), por ende, se estima que dichos informes se encuentran dirigidos a ocultar el verdadero redactor del documento". Sin embargo, agregaron que "no obstante lo anterior, considerando que no se pudo establecer bajo qué términos fueron entregados dichos informes a Gonzalo Vial, es decir, si Caval aseguró haber confeccionado la documentación o simplemente haberla entregado como información extraída de fuentes abiertas, se concluye la falta de mayores antecedentes para poder establecer la ocurrencia del delito o no".