El grupo embotellador CCU planea invertir el equivalente a unos US$350 millones este año para reforzar su crecimiento en Sudamérica, especialmente en el negocio de cervezas y bebidas no alcohólicas, pese al complejo escenario regional.
CCU, controlada por el grupo Luksic y la multinacional Heineken, cuenta con unidades de operación en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay.
Luego de su agresiva expansión en los últimos dos años, CCU dijo en un comunicado -tras la junta anual de accionistas- que se focalizará en "apoyar el crecimiento orgánico de la compañía, con un énfasis relevante en la operación regional".
"El futuro se enfrenta con tres prioridades principales; seguir fortaleciendo la posición en el mercado con especial foco en cervezas y bebidas no alcohólicas, hacer más eficientes los procesos operacionales, y finalmente estructurar la compañía para que pueda operar su estrategia regional", dijo CCU.
En el primer trimestre, los volúmenes preliminares de ventas de CCU -que participa en los negocios de cervezas, aguas embotelladas, gaseosas, néctares, bebidas funcionales, pisco, ron, vino, sidra y confites- crecieron un 3,9% interanual.