No ha parado de trabajar durante toda la campaña. Se le ve cansada y ella misma lo admite. Cecilia Pérez, una de las mujeres más cercanas al presidente electo, se ha reunido todos los días con Sebastián Piñera y el resto del denominado "equipo chico" del otrora abanderado de Chile Vamos. Juntos han delineado la agenda, la conformación de equipos y las prioridades programáticas de cara al arribo a La Moneda. Pérez evita hablar del futuro gabinete y recalca que eso es decisión exclusiva de Piñera. Y plantea que el triunfo en las elecciones responde principalmente a la figura del líder de Chile Vamos. De igual manera, dice que están "preparados" en caso de que haya movilizaciones sociales. "Aquellos que crean que movilizando no van a dar gobernabilidad, van a tener el rechazo de los chilenos", sostiene.
El presidente electo, Sebastián Piñera, ha tenido una agenda copada de reuniones protocolares, donde la Presidenta Bachelet abrió el ciclo. En países como Argentina han destacado el espíritu republicano del país. ¿Cómo ha visto el proceso?
Ha sido un reflejo de lo que uno quiere para Chile y también representa lo que la mayoría democrática decidió al elegir a Sebastián Piñera como el próximo presidente: un Chile que se reencuentra, que valora el respeto, que las diferencias las trata de manera seria, responsable.
¿Fue un buen perdedor Alejandro Guillier?
El gesto de Alejandro Guillier, no solamente en el llamado telefónico reconociendo su derrota, sino que asistir a saludar al presidente electo, el encuentro con la Presidenta, con el ex presidente Lagos, la reunión con los ministros actuales, es parte de lo que uno quiere para Chile. El respeto de la oposición representa lo que Chile dijo en las urnas: no se avanza desde el conflicto.
¿En qué pie queda la centroizquierda tras la derrota?
Lo que corresponde de nosotros, de aquellos que acompañamos al presidente Piñera, es tener un respeto silencioso por los procesos internos de los partidos de la Nueva Mayoría. El triunfador debe ser doblemente responsable y respetuoso de los que sufrieron una derrota el día domingo y en las parlamentarias. Lo que uno espera de una oposición política a nuestro gobierno, a partir del 11 de marzo, es poder entendernos buscando grandes mayorías.
La Presidenta Bachelet fue más activa en la última parte de la campaña. A su juicio, ¿en qué pie queda su capital político?
En la campaña cada uno hizo lo que creyó conveniente que tenía que hacer. Todas aquellas críticas que hubo en la campaña, yo prefiero dejarlas atrás.
¿Pero fue una derrota para ella?
Lo que corresponde no es juzgar a la Presidenta hoy día, no corresponde evaluarla en su capital político o si fue una derrota electoral o programática, como han señalado algunos de su propio sector político. Lo que corresponde es respaldar a la Presidenta Bachelet para que termine su mandato.
Sin personalizarlo en la Presidenta, ¿fue una derrota electoral o de las ideas de la Nueva Mayoría?
Lo pongo de otra forma: Sebastián Piñera ganó contundentemente, tuvo un respaldo democrático que es histórico desde la vuelta a la democracia. ¿Por qué ganó? Porque supo leer bien a la sociedad chilena. Mientras en la vereda del frente no se ponían de acuerdo y atrasaban los gestos de unidad, inmediatamente los liderazgos de nuestro sector se pusieron detrás de Sebastián Piñera en la segunda vuelta, porque mientras ellos peleaban si tenían que irse más al centro o la izquierda, nosotros estábamos en la calle.
¿Cuánto influyeron en el triunfo Felipe y José Antonio Kast y Manuel José Ossandón?
Nosotros estamos agradecidos de la pronta unidad que convergió en torno a la figura del presidente Piñera en la segunda vuelta, no solamente fortaleciendo el ejercicio de unidad de nuestros partidos sino que, además, de aquellos que en distintas ocasiones fueron sus contendores políticos. En ese sentido, el trabajo responsable de José Antonio Kast, de Felipe y de Manuel José Ossandón nosotros lo valoramos y agradecemos.
¿Alguno influyó más? Ossandón dijo que aportaron "los votos que faltaban para ganar".
Del triunfo siempre son padres, la derrota siempre es solitaria. Yo soy una convencida de que, en ambos casos -triunfo y derrota- el primer responsable siempre va a ser el candidato. Por lo tanto, muchos aportaron, pero el que generó la diferencia y es el gran ganador de esta elección es Sebastián Piñera.
Durante la campaña algunos transmitieron que los Kast y Ossandón usaron su rol para potenciar sus aspiraciones. ¿En el gobierno se les dará espacio a figuras presidenciales para darle continuidad a una administración de centroderecha?
La lección que aprendimos de 2009 es que la unidad de la centroderecha fortalece la unidad del país, y la unidad no solamente va en decirnos las cosas como corresponde sino que, además, cuando logramos tener acuerdos que sean públicamente refrendados. Y, en ese sentido, todos los liderazgos que emergieron y que pueden emerger, soy de la idea de que no hay que ponerles cortapisas, hay que dejar que florezcan.
¿Será un desafío darle continuidad al gobierno?
El desafío particularmente es de los partidos políticos. Aquellos que compitieron legítimamente en instancias presidenciales y no ganaron tienen el derecho a seguir en la meta que se impusieron. Aquellos que estamos trabajando para apoyar al presidente Piñera en la conformación de su gobierno, y después todos aquellos que lo van a acompañar para gobernar, yo siento que es de mal gusto empezar a hablar de una elección presidencial que será en 2021. Lo que tenemos que hacer es un gobierno inclusivo y donde haya cabida para todos.
Junto con el gobierno dieron inicio al traspaso de información de cara al cambio de mando. Dentro de lo que han recopilado, ¿con qué se han encontrado?
Lo que ha sucedido esta semana y lo que va a seguir sucediendo de reuniones de los ministros con el presidente Piñera es una señal muy positiva, que a Chile le hace bien. Y, en ese sentido, cuando falta todavía para el 11 de marzo, serán aquellos que sean convocados al gabinete quienes evaluarán la entrega de cada una de las carteras.
¿Cómo debería ser el gabinete?
El presidente lo ha señalado. Del gobierno anterior hay experiencia, hay errores asumidos, desafíos que se imponen y, por cierto, hay mayor sabiduría. Dentro de esa relación de entender que el gobierno de Chile lo dirige el presidente Piñera, ya tuvo una reunión con los presidentes de partidos para que puedan aportar nombres. El cómo tiene que ser, el presidente Piñera lo tiene que determinar.
¿Cree que debe haber un gabinete paritario?
Acá hay que considerar a mujeres y a hombres que tengan las habilidades tanto de conocimiento como de manejo político para enfrentar los cargos más relevantes del gobierno.
Entonces, ¿no es necesario?
No.
Todos hablan de Andrés Chadwick como la carta segura para el Ministerio del Interior. ¿Cree que sería un buen gesto que el presidente electo nombrara a una mujer? Sería un hito político...
En el gobierno anterior las mujeres ocupamos cargos relevantes, y eso es porque el presidente confía en unos y en otros, dependiendo de las capacidades que tengan para enfrentar el desafío. Si es hombre o mujer, eso lo determina el presidente. No soy yo quien le va a señalar al presidente cuáles son los hitos que pueden ser relevantes.
En su caso, suena como uno de los nombres para el gabinete. ¿Le ha dicho algo el presidente electo?
Desde los 18 años que estoy en política, más de la mitad de mi vida. Y siempre, día a día, me enamora más la vocación por el servicio público. Soy partidaria de los proyectos colectivos y no personales. Cuando uno es parte de un proyecto colectivo, la pregunta no es lo que yo quiero sino que es dónde quieren que uno esté.
¿Pero está disponible?
Encuentro que eso es de mal gusto, no corresponde. Eso es lo que muchas veces torpedea la genuina vocación de servicio público.
Mariana Aylwin esta semana dijo que se sentía más cerca de Chile Vamos que de la Nueva Mayoría. Algunos han dicho que esa es una buena señal para generar nuevas alianzas. ¿Se abre una opción?
La voz de Mariana Aylwin se suma a la mayoría de los chilenos que le dieron un triunfo democrático al presidente Sebastián Piñera… Lo que señala Aylwin, que es un gesto que yo valoro, va en la línea de que exista una oposición constructiva, que no exista una oposición que le niegue la sal y el agua al presidente, como ocurrió en 2009.
Pero más allá de eso, ¿cree que las palabras de Aylwin abren una puerta para generar alianzas?
Nosotros estamos abiertos a poder trabajar y acordar con todos los que sientan que el espíritu de unidad, de reivindicar el diálogo, es importante para el Chile republicano. Nuestro gobierno va a buscar acuerdos nacionales, con amplias mayorías, no perdiendo nunca de vista que quien dirige este barco se llama Sebastián Piñera.
¿Qué rol debería jugar la DC en un futuro gobierno?
Yo encuentro doloroso lo que le ha pasado a la DC… Lo que está sucediendo hoy con la DC, esta pérdida de identidad que ha visto como resultado una pérdida mayoritaria de parlamentarias, una pérdida de fuerza electoral y también bajo desempeño electoral de su candidata presidencial, a mí me duele. Yo espero que la DC vuelva a reencontrar su identidad. Llegar a acuerdos con ellos, te vuelvo a insistir, con ellos, con otros, todos son bienvenidos.
Carlos Larraín planteó que Sebastián Piñera es quien debe dar el primer paso, dando señales a la DC. ¿Cree que falta eso?
El presidente lo ha hecho y no solamente con la DC, lo ha hecho con todos los chilenos. Él siempre señaló: "Yo no voy a ser solo el presidente de Chile Vamos, quiero ser el presidente de todos".
¿Le gustaría que Mariana Aylwin se sumara al gobierno? Larraín también decía que sería una buena ministra de Educación…
No me corresponde a mí decir eso.
Se ha dicho que se partirá por "reactivar la economía" para impulsar las reformas. ¿Cuál será la iniciativa más emblemática?
Las reformas el presidente las presentó y las llamó acuerdos nacionales, con las urgencias que necesitan. ¿Cuáles son? Abordar la infancia vulnerable, devolverles la mano a los adultos mayores, las pensiones debe ser un acuerdo nacional; lo mismo con la salud pública, la delincuencia, la inseguridad ciudadana y la educación.
¿Cómo ve el escenario legislativo en el Congreso? Teniendo en cuenta que no tienen mayoría...
Lo veo como una gran oportunidad de buscar acuerdos nacionales. Cuando uno tiene una mayoría absoluta y no necesita de los demás comete equivocaciones, porque la lectura que se hace del país es una lectura errada. Y es lo que nosotros sufrimos como oposición durante estos cuatro años... No está la idea de construir acuerdos con votos aislados de uno u otro sector, sino de alcanzarlos de forma más amplia e institucional.
¿Hay temor del rol que pueda jugar el Frente Amplio?
Nosotros tenemos una mirada de país, sin duda, distinta al Frente Amplio... Lo hermoso del ejercicio democrático es que a través del diálogo podamos ir logrando acuerdos con el Frente Amplio.
Mucho se ha dicho que puede haber movilizaciones durante el gobierno. ¿Cree que será así?
En el gobierno pasado enfrentamos las mayores movilizaciones desde el retorno a la democracia. Aquellos que crean que movilizando no van a dar gobernabilidad, van a tener el rechazo de los chilenos. Uno siempre está preparado para todos los escenarios, pero ese no es el punto: el punto es a quién van a castigar a los chilenos. Yo te doy firmado que van a ser aquellos que salgan a la calle con el solo sentido de no darle gobernabilidad al presidente Piñera. Primero, porque no lo van a lograr, y segundo, porque van a tener una condena desde la ciudadanía, no desde la política.
El ministro Eyzaguirre dijo que no ve probable que se apruebe en este período el proyecto de pensiones, y está pendiente el de Constitución. ¿Qué pasará con esas iniciativas?
Eso lo decidirá el presidente.
Pero ustedes han dicho que están en contra de esas medidas…
Son temas que hay que abordar. En materia de pensiones, un gran acuerdo nacional, siempre hemos sido claros y transparentes. En materia de reforma a la Constitución, el propio presidente dijo que somos partidarios de modificar la Constitución y de que se pueda avanzar. ¿Hacer todo de cero? No, porque nosotros creemos que esta Constitución es una Constitución que ha tenido innumerables modificaciones.
¿Pero retirarán esas iniciativas del Congreso?
Lo que corresponde es que una vez que el presidente Piñera asuma su mandato a partir del 11 de marzo, él decida cuál va a ser la agenda legislativa, las prioridades y las urgencias. Él es el triunfador. Por lo tanto, él tiene que decidir.
¿Hay más presión ahora por hacer un buen gobierno? A la Presidenta Bachelet se le ha criticado su segundo mandato…
He visto el trabajo de más de un año que se ha hecho para estar mejor preparados en este segundo gobierno. Hoy día el presidente lo señalaba: estamos mejor preparados, tenemos mejores equipos y tenemos un gran programa de gobierno.
¿Qué errores no se pueden cometer de nuevo?
Los errores están asumidos, son parte del pasado. Esta es una etapa distinta, que se va a enfrentar con todo el cariño y el compromiso, tratando por el sello de que haya una segunda transición, y la segunda transición es que haya una meta unitaria, una meta de todos: que tenemos que derrotar la pobreza, tenemos que tener un Chile desarrollado, que tenga el (ingreso) per cápita de España.