Recién esta semana, luego de haber sorteado todos los controles médicos y estar listos para ser expuestos a la opinión pública, los siete pandas del Chengdu Panda Base posan en una cuna con fundas rosadas para los fotógrafos ansiosos. Los cachorros nacieron en un lapsus de tres meses en este centro de investigación y conservación en la provincia de Sichuan, y el primero en hacerlo lo hizo durante la jornada inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres, cuentan los cuidadores.
El pequeño panda olímpico, que esta semana fue nombrado Oreo y que pesaba sólo 162 gramos cuando nació, es según los científicos un excelente candidato para ser liberado a su hábitat natural cuando sea adulto, lo cual es una gran noticia. Los nombres de los otros pandas bebés son Xiao Qiao, Yi Si, Run Yuan Miao Miao y dos gemelos Shuang Cheng Cheng y DUI, los cuales también se espera sean liberados.
En total, estos nacimientos elevan el total de cachorros del centro a 113, lo que los conservacionistas chinos celebran, ya que los convierte en el mayor grupo de pandas criados artificialmente en el mundo. Para el doctor Zhang Zhihe, director del centro, es una prueba de que el programa de nacimiento de pandas funciona, lo que podrá ayudar a la conservación de estos animales, en grave peligro de extinción.
Actualmente los finalistas del concurso Chengdu Pambassador compiten por ganar una estadía de cinco meses en el Chengdu Panda Base, para trabajar junto a los conservacionistas del centro.