Ninfa Aliaga hizo historia en Río 2016 por ser la primera chilena en ser jueza de natación en unos Juegos. El 12 de agosto, en plena competencia, concedía una entrevista a La Tercera en la que detallaba su camino para llegar a la cita. Y su día de fama resultó ser también ser el de su perdición. En su nota se olvidó de mencionar en los agradecimientos al presidente de la federación y éste, en un insólito ataque de celos, decidió vetarla desde entonces.
Lo que dijo en la entrevista parecía inofensivo. Puro orgullo personal: "Soy la primera jueza chilena en la historia designada por la FINA para los Juegos; tengo mucha experiencia en copas del mundo, panamericanos y sudamericanos y eso tiene un peso. He ido a todos los seminarios. Había un solo cupo y yo, humildemente, decía que, si había justicia, sí o sí debería estar yo. Mi currículum no lo tenía nadie. Igualmente hay una dosis de suerte, porque me apoyó el vicepresidente de la Federación y el presidente de la Confederación Sudamericana. Además, en los Panamericanos de Toronto fui bien evaluada".
Pero a Marcos Jara, presidente de la Federación Chilena de Deportes Acuáticos, estas declaraciones le parecieron inaceptables. No se hablaba de él. Así que tomó la decisión de vetarla de cualquier competencia que requiriera su visto bueno. "Es algo personal", asegura ahora, nueve meses después, Ninfa; "a Marcos Jara no le gustaron mis declaraciones. No soportó que no lo mencionara. Yo no ofendí a nadie ni dije ninguna mentira. Hice todo lo posible para hablar luego con él y la vez que me lo encontré me gritoneó. Él se ha preocupado de amenazar a todas las asociaciones para que no me llamen".
La árbitro decidió llevar el caso a la justicia ordinaria. Presentó un recurso de protección. El tribunal lo rechazó argumentando que no existe relación profesional alguna de la jueza con la Federación. Ninfa no comprende el revés judicial: "Jamás me citó el tribunal de disciplina. De hecho, nadie me ha notificado y nadie se ha preocupado de investigar qué pasó ni dónde está la resolución si es que la hay. A pesar de que pagamos la licencia, no hay un vínculo laboral, entonces tampoco me pueden sancionar. No entiendo cómo el IND no ha preguntado por qué estoy sancionada. Yo espero que tomen cartas en el asunto".
El caso es que, consultado por La Tercera, Marcos Jara, el timonel de la Fechida, no niega el veto ni la versión de Ninfa: "Para que ella fuera a los Juegos, sólo podía ser certificada por el presidente de la federación a la que pertenece. Y ella en ningún momento nombra a la Federación, sino que nombra directamente al vicepresidente. Él no es un representante, es parte del directorio de la Federación. Yo no estoy diciendo que tiene que nombrar a Marcos Jara, a Federico Fernández ni a Sebastián Piñera, sino que al presidente de la Federación, porque bajo la tutela del presidente fue a los Juegos. Ése es el primer error".
Pero el dirigente añade otros motivos para justificar es veto que reconoce: "En un campeonato nacional antes de la entrevista, ella se mete en política. Teníamos una elección y manifiesta a algunos presidentes de asociación que tenían que votar por el vicepresidente (Sigifredo Córdova, quien ya no es parte de Fechida). Y eso se añade con la nota del diario. Además, cuando nosotros ingresamos a la federación, nuestro anhelo era formar un cuerpo de jueces certificado, pero ella y dos más se opusieron. ¿Qué significaba? Que si yo castigaba a alguien, no lo podría hacer, porque pasaba a ser el Comité de Disciplina el que tomara una decisión, ya que los jueces serían miembros de la federación. Pero hoy las personas que arbitran son personas naturales y no jurídicas, por lo que la federación se reserva el derecho de invitar a quien estime conveniente".
Y se muestra conforme con el curso de la denuncia: "Ella va a la justicia y pierde 5-0. Significa que mis argumentos eran sólidos y fuertes para discutir en el tribunal. Yo no voy a reconocer los tiempos de las pruebas que arbitre ella, porque está en conflicto con la federación. La Fechida es el representante de FINA. Cualquier prueba con reglamento FINA pasa por nosotros".
Aliaga no se rinde. "Me están coartando la libertad para ejercer y no descarto una demanda civil. Sin embargo, lo que más lamento es que a un año de mi logro a nivel mundial como jueza, todavía no puedo disfrutarlo".