Celta de Vigo y Sevilla igualaron 1-1 en Balaídos, un resultado que no satisface a ninguno de los dos, ya que los celestes se quedan prácticamente sin opciones de luchar por la séptima plaza y los sevillistas se alejan de la Liga de Campeones.

El empate del Valencia anoche en el Santiago Bernabéu concedía al equipo andaluz una inmejorable oportunidad para engancharse a la lucha por la cuarta plaza, pero el Sevilla no lo aprovechó.

En el Celta, Fabián Orellana jugó todo el partido y Pedro Pablo Hernández fue reemplazado a los 83'.

Unai Emery, que no estuvo presente en Balaídos por el fallecimiento en las últimas horas de su padre, reservó a su artillería para el duelo por semifinales de Europa League ante la Fiorentina. Así, dejó en la banca a Carriço, Bacca, Banega, Vitolo y Aleix Vidal. Y su equipo lo sintió.

La versión B del Sevilla, con los ex célticos Denis Suárez e Iago Aspas en el equipo titular, mostró la misma solidez defensiva en el primer tiempo pero se apagó en el segundo, cuando apenas creó peligro y sufrió para frenar los ataques del rival.

El tempranero gol del francés Kevin Gameiro, tras una buena pared con Aspas, limpió el camino al Sevilla pese a que su rival lo dominó. El Celta tuvo la pelota; su rival las mejores ocasiones.

El Celta carecía de profundidad. La ausencia de Nolito se notó en exceso. Aun así dispuso de dos oportunidades para empatar, pero Charles y el Tucu Hernández cabecearon desviado. En el inicio del segundo tiempo perdió algo de intensidad, pero cuando peor estaba se encontró con un penal a favor, que convirtió Santi Mina (58').

El cuadro de Eduardo Berizzo era el que más arriesgaba, consciente de que su ilusión de jugar en Europa pasaba por ganar, pero no tuvo recompensa.