El líder cubano Fidel Castro fue enterrado este domingo en un cementerio en Santiago de Cuba, en una ceremonia "sobria" y a la que no tuvo acceso la prensa, indicó a la AFP una de las invitadas extranjeras, la número tres del gobierno francés, Segolene Royal.
"No hubo discurso, fue muy sobrio, sólo las cenizas fueron enterradas ante la familia, miembros del gobierno y funcionarios", dijo Royal, ministra de Ecología de Francia, al describir la ceremonia en el cementerio Santa Ifigenia.
Las ceremonia de inhumación Castro, que gobernó Cuba por casi medio siglo, se celebró cerca del mausoleo que guarda los restos del héroe nacional José Martí, que fue uno de los principales inspiradores del ex guerrillero.
Castro murió el 25 de noviembre a los 90 años de edad.
La comitiva fúnebre con los restos del exmandatario, fallecido el 25 de noviembre a los 90 años, llegó ayer sábado a Santiago tras recorrer durante cuatro días los casi 1.000 kilómetros que separan La Habana de esa ciudad del oriente cubano, cuna de la Revolución.
Por el momento la información que ha trascendido sobre esta ceremonia de inhumación que pone punto final a los actos por la muerte de Fidel Castro es escasa, y ni siquiera la televisión estatal ha ofrecido imágenes, en contraste con la prolífica retransmisión en directo de los días previos.
Las cenizas supuestamente fueron depositadas en un panteón que se construyó de forma muy discreta en semanas o meses previos al fallecimiento del expresidente.
A la ceremonia íntima asistieron la familia y personas más allegadas a Castro y se cree que también algunas personalidades internacionales con las que tuvo amistad personal, pero su entrada se realizó por un acceso privado al cementerio, por lo que no se les vio.
El avance del cortejo fúnebre por la ciudad fue saludado por miles de personas a ambos lados de las calles que al paso del armón con la urna gritaban "¡Yo soy Fidel!".
Ayer en la noche tuvo lugar un acto masivo en la Plaza de la Revolución "Antonio Maceo" en el que participaron alrededor de medio millón de personas según cálculos de la televisión cubana, y donde el presidente del país, Raúl Castro, dedicó el último discurso de despedida a su hermano.