El actual censo que se realizó en Chile fue de "hecho", es decir, se hizo principalmente en un sólo día, que además se declaró feriado nacional. En esta modalidad se consideran los datos de las personas presentes en la vivienda en el momento en que es censada, incluyendo a los que no residen habitualmente en ese hogar pero que pasaron allí la noche.
En el resto del mundo, explica Ricardo Neupert, demógrafo y consultor internacional del Fondo de Población de la ONU, el más frecuente, al menos en la última ronda mundial de censos (alrededor del año 2010), fue uno mixto, que combinaba el de "derecho" con el de "hecho".
"La unidad de visita de un censo es el hogar. Entonces, se considera a los miembros que viven de forma permanente en la vivienda, pero también se incluye una pregunta sobre las personas que pasaron la noche anterior en la vivienda", dice. En el censo de hecho, se censan a las personas que pasaron la noche de referencia del censo en la vivienda, sin importar si son residentes permanentes o no.
Esa diferencia, aclara, no se relaciona con el periodo en el que se recolecta la información. "En Chile se ha tendido a identificar el censo de hecho con la recolección de la información durante un único día", indica.
En EE.UU y varios países europeos, el censo de hace mayoritariamente por correo, explica Neupert. "Pero en algunos casos también se usan encuestadores", aclara.
En el último censo realizado en EE.UU., en 2010, por ejemplo, 130 millones de hogares recibieron el cuestionario del censo en marzo, por correo o por empleados del censo. Cada hogar debía llenar los cuestionarios y devolverlos. Posteriormente, los hogares que no enviaron el cuestionario fueron visitados por empleados del censo entre abril y julio de 2010.
De semanas a meses
Casi no quedan países donde se realice el censo en un único día. "Generalmente se usan dos semanas a tres meses. Y los censos cuya recolección de información se extiende por semanas pueden ser de hecho o de derecho. Lo que define que un censo sea de hecho o de derecho es si se consideran a las personas que pasaron la noche de la medición en el hogar o a los miembros permanentes", acota el experto.
Hacer el censo en periodos largos tiene la ventaja de que los censistas pueden recibir una mejor capacitación y se planifican mejor.
Pero eso también tiene sus complejidades. "En cuanto a si es de hecho o de derecho, se prefiere el de derecho, pues resulta más adecuado para planificar, formular políticas sociales, hacer estudios sociales, demográficos, etc.", añade.
También hay países que han optado por reunir los datos de los registros administrativos (nacimientos, defunciones, del sistema escolar, atención de salud y otros), sin que sea necesario ir a terreno a encuestar a las personas. Dinamarca en 1981 fue el primer país en realizar un censo de esa forma. Finlandia lo realizó así en 1990, y Noruega, Suecia y Austria en 2010
¿Qué rol cumplen los observadores internacionales en estos procesos? Se usan generalmente cuando hay sospechas que puede haber sesgos a favor o en contra de determinadas regiones o grupos étnicos o religiosos, explica.
La actividad de los observadores consiste fundamentalmente en ver muestras del proceso completo de enumeración, partiendo por la distribución de cuestionarios, su recolección y almacenamiento posterior, las entrevistas, el uso de traductores, la imparcialidad de los censistas, etc. "La presencia de observadores extranjeros funciona como una garantía de objetividad o como elemento disuasivo a que se comentan fraudes", indica.
Neupert, se encuentra actualmente en calidad de observador internacional en Pakistán, país donde conviven varios grupos étnicos y, obviamente, ninguno quiere ser sub-enumerado en el censo. El proceso comenzó el 15 de marzo y se extenderá hasta el 24 de mayo.
"Durante el periodo preparatorio del censo hubo mucha discusión al respecto e incluso denuncias de serios casos de sesgos a favor o en contra de determinados grupos durante un precenso hecho hace unos años. Por ello se están usando diversos controles, como la misión de observadores internacionales de la ONU", explica.
Sin embargo, las misiones de observadores internacionales no se utilizan cuando se espera que los problemas que puedan surgir en la conducción del censo sean técnicos o administrativos, como es el caso de Chile. "Los aspectos técnicos son evaluados por la propia agencia que realiza la medición y por las múltiples instituciones interesadas en los resultados como ministerios, centros de estudios, etc. Los errores del Censo 2012 fueron denunciados por agencias técnicas y principalmente por la prensa. La comisión revisora estuvo formada por técnicos locales (excepto por una persona de Celade). También hubo una comisión internacional, pero perdió legitimidad pues fue manipulada por el INE", acusa Neupert.