Supuestamente, era uno de los lugares más seguros del Tercera Reich, de ahí que el propio Adolfo Hitler lo escogió como punto de coordinación de la "Operación Barbarroja", la estrategia que llevaría a los nazis a invadir la Unión Soviética y a sepultar el régimen comunista de José Stalin. La Guarida del Lobo (Wolfsschanze) se convirtió en uno de los puntos más importantes de la maquinaria bélica de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Ubicada, en ese entonces, en Alemania, en la zona de Prusia Oriental, hoy se alza nuevamente, pero como un destacado centro turístico en Polonia, dirigido a los amantes de la historia. Fue en este complejo de máxima seguridad, donde el 20 de julio de 1944 se colocó en marcha la "Operación Walkiria", un intento de algunos oficiales alemanes por derrocar al régimen nazi y asesinar a Hitler. Una potente bomba colocada por Claus von Stauffenberg en la sala de reuniones del cuartel del "fuhrer" estaba llamada a sentenciar al dictador, sin embargo, Hitler apenas resultó con heridas leves.

Después de la ocupación del Ejército Rojo, el complejo con más de 80 edificio debía ser destruido completamente, labor que sólo se cumplió parcialmente ante la gran cantidad de recursos que requería.

Hoy, la Wolfsschanze vuelve a funcionar, claro que ya no ve uniformes nazis ni los pomposos actos del Tercer Reich, sino que sólo cámaras de fotos y turistas que recorren sus instalaciones transformadas en un recinto hotelero, destaca el diario español El Mundo.

Lentamente se han ido reconstruyendo algunos edificio para fomentar el llamado turismo histórico. Si bien sólo quedan restos del bunker y el edificio que ocupó Hitler, sí se puede dormir en las habitaciones que fueron ocupadas por la guardia del "fuhrer". El recinto cuenta con 55 camas, cuatro habitaciones individuales, 24 dobles y una familiar. El restaurante del complejo se ubica en uno de los antiguos bunkers, con capacidad para 80 personas.

El valor de la habitación doble es de 15 mil pesos chilenos por noche.