La Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) afirmó que las centrales nucleares francesas requieren inversiones "masivas" en seguridad, aunque no recomendó cerrarlas.

El diagnóstico fue publicado hoy por la ASN  en la auditoría encargada por el gobierno francés sobre 79 instalaciones nucleares, incluyendo los 58 reactores en actividad.

Según el presidente de este organismo, André-Claude Lacoste, las instalaciones tienen la seguridad suficiente para no detener inmediatamente el funcionamiento de ellas. "Consideramos que para continuar explotándolas se necesita aumentar en el menor plazo posible los márgenes de seguridad frente a situaciones extremas por fenómenos naturales o por la pérdida de alimentación de agua o electricidad", aseguró Lacoste en una entrevista al diario Le Monde.

Consideró "masivo" lo que piden a los gestores de los complejos atómicos que han sido objeto de la auditoría y lo ejemplificó indicando que sólo los generadores diesel para reemplazar una pérdida de la alimentación eléctrica en cada uno de los reactores nucleares, costarán unos 2.000 millones de euros.

Una de las medidas estrella de la ASN es la creación de una "fuerza de acción rápida nuclear" con capacidad para intervenir en el plazo de 24 horas en cualquier centro que haya sufrido un accidente. Ésta se deberá poner en funcionamiento antes del término del 2012 y en caso del incumplimiento acarreará sanciones. También, habrá que crear un "núcleo duro" en cada centro con una serie de disposiciones materiales y de organización que permitan mantener las funciones principales en situación extrema que los gestores de cada instalación tendrán que proponer antes del 30 de junio para su validación.

Otras obligaciones se refieren al reforzamiento de las piscinas que contienen el combustible de los reactores, una mayor impermeabilización para evitar filtraciones a las capas freáticas en caso de fuga o una elevación de los umbrales contemplados para eventuales inundaciones o seísmos.

"La catástrofe de Fukushima es un acontecimiento que marca la historia del sector nuclear como lo marcaron los accidentes de Three Mile Island en 1979 en Estados Unidos o de Chernobil en 1986, y habrá un antes y un después", reconoció Lacoste.