Los países que renunciaron a la aplicación de la pena de muerte son la mayoría, se congratuló ayer Navy Pillay, Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, que contó con "alrededor de 140" de los 192 países miembros de las Naciones Unidas.
El Protocolo facultativo sobre abolición de la pena capital, adoptado por la Asamblea General el 15 de diciembre de 1989, fue ratificado por 72 países.
"En total, alrededor de 140 estados renunciaron a la pena de muerte, tanto formalmente como en la práctica", dijo Pillay en ocasión del vigésimo aniversario de la adopción del tratado.
"La abolición de la pena de muerte es un proceso difícil para muchas sociedades y a menudo la ratificación del Protocolo facultativo puede concluirse recién después de un período de debate nacional, reconoció el funcionario de la ONU exhortando a "los estados que utilizan aún la pena de muerte a proclamar una moratoria formal, tomando como objetivo la ratificación del tratado".
Según Amnistía Internacional, ONG para la defensa de los derechos humanos, en 2008 fueron ejecutadas 2.390 condenas a muerte en 25 estados.
Los cinco países en que se registró el número más alto de ejecuciones son China, Irán, Arabia Saudita, Pakistán y Estados Unidos.