Una comuna dividida, más de 1.400 albergados, al menos 9.155 clientes sin suministro eléctrico y 40.300 hogares sin agua. Ese es parte del impacto que dejó el frente de mal tiempo este sábado en la Región de Atacama, que provocó los desbordes de los ríos Salado y Copiapó. En total, según cifras preliminares de la Onemi, entre la III y la VI Región, afectadas desde el jueves por el temporal, suman 2.196 damnificados y 1.916 albergados.
Chañaral fue, precisamente, una de las comunas más dañadas. Entre las dos y las tres de la madrugada se produjeron dos deslizamientos de tierra: uno en la quebrada de Conchuelas y otro en la de El Cabrito. Con ello, la ciudad quedó dividida en dos.
"No bajaban hace años los caudales de las quebradas El Cabrito y Conchuelas, ni siquiera para los aluviones de marzo de 2015. Esta vez bajaron y dejaron una huella de destrucción", comentó el alcalde de Chañaral, Luis Salas. A esto se sumó el hecho de que, horas más tarde, ocurrió otro derrumbe: "Logramos unir la ciudad, pero a las 8.05 entró una ola de dos a tres metros de alto, con 20 metros de ancho, desde la cordillera, y se volvió a dividir la ciudad", añadió el edil.
El caudal que inundó este sábado en la mañana la ciudad provenía del desborde del río Salado, y afectó particularmente la zona centro y baja de Chañaral, donde después de los aluviones de 2015 no se volvió a habitar, sino que sólo albergaba comercio y algunos hoteles.
Pérdidas
En Chañaral, 150 casas quedaron destruidas en los derrumbes de El Cabrito y Conchuelas, donde este sábado en la mañana se observaba a los vecinos tratando de rescatar sus bienes y donde, además, no se realizó una evacuación ordenada por autoridades, a diferencia del área céntrica de la comuna.
Rafael Allende (43) vive en el sector de Conchuelas y comentó cómo alcanzó a huir del derrumbe. "Gracias a la ayuda de vecinos pude arrancar antes de que bajara la quebrada, porque ninguna autoridad nos dio una alerta", aseguró. Agregó que perdió todos los artículos de su casa y que esa situación se repite entre sus vecinos.
"Toda esta pesadilla nos recuerda lo que ocurrió en marzo de 2015, aunque el caudal ahora viene con menos sedimento. Y hay que remarcar que después de ese episodio surgió la idea de que se hicieran piscinas decantadoras en el lecho del río Salado, pero no se han hecho", criticó Salas.
En marzo de este año, el intendente de Atacama, Miguel Vargas, comentó que la infraestructura de contención estaba en fase de diseño: "Ha habido un esfuerzo grande en materia de obras de mitigación, pero todavía preliminares. Estamos avanzando en los diseños de las obras definitivas", enfatizó, entonces, y añadió que en 2018 comenzaría la construcción.
Otras comunas
Además de Chañaral, las comunas de Diego de Almagro, Tierra Amarilla, Alto del Carmen y Vallenar también se vieron afectadas.
En Copiapó, en tanto, un 70% de los hogares quedó sin agua potable y desde la madrugada de este sábado las casas comenzaron a verse afectadas por la crecida del río que lleva el mismo nombre.
A las 5 de la mañana, Rebeca Ardiles (50) comenzó a vivir la inundación de su casa, ubicada en el sector norte de la ciudad, específicamente en la esquina de Ayacucho con El Pino. "El agua era imparable, no había nada que hacer, era peor que en 2015, porque esa vez fue de día y, por eso, pudimos taponear un poco el ingreso del caudal. Además, en esa ocasión era más barro y ahora era prácticamente pura agua", comentó.
Ardiles enfatizó que espera que "se realicen trabajos de contención pronto. Se requieren medidas radicales".
El desborde del río Copiapó también causó problemas en Tierra Amarilla, donde se registraron, al menos, 120 personas damnificadas y otras 500 albergadas.
Otra preocupante situación se vivió en Diego de Almagro, con 1.248 personas que se mantenían aisladas hasta el cierre de esta edición en la Villa de Emergencia.
Despliegue
Hasta Atacama llegó este sábado en la tarde el Vicepresidente Mario Fernández, quien señaló que "las condiciones meteorológicas comenzaban a mejorar" y agregó que "esta emergencia nos pilla en medio del trabajo que se estaba haciendo para reparar los problemas que habían ocurrido en las emergencias anteriores".
En tanto, el Seremi de Educación informó la suspensión de clases en la región hasta el martes; y el de Salud el monitoreo de la calidad del agua en estanques y camiones aljibes.
Hasta el cierre de esta edición Fernández se encontraba reunido con el Comité Político y los ministros sectoriales, además del director de Onemi, en La Moneda.