Felipe Ilabaca, bajista y uno de los cerebros de Chancho en Piedra, sitúa la metáfora en una cancha de fútbol y se lanza: "El inicio de este álbum fue como empezar un partido lesionado". El pasado 18 de julio, el cuarteto se alistaba para registrar su octava producción en los estudios Classic Sound, pero el robo de sus instrumentos desde una de sus camionetas casi sepulta el plan.
"Fue la peor de las señales. Pero dos días después recuperamos todo casi de casualidad y empezamos a hacer el análisis: en algún momento estuvimos más perdidos que el teniente Bello, luego los instrumentos volvieron, todo regresó a como estaba antes y a la larga fue una tragedia muy chilena. Estamos muy acostumbramos a que se pierdan cosas o a perdernos nosotros mismos, entonces fue como un paradigma de lo que somos", explica el músico, en la mejor introducción para su nuevo proyecto: tras el traspié, se lanzaron a grabar durante 12 días Otra cosa es con guitarra, título que sale mañana y que recoge 17 versiones de distintos temas del cancionero nacional, en un homenaje que incluye variantes como la cueca, la saya, el folclor pascuense, el foxtrot o la cumbia, aparte de reverenciar a insignes como Víctor Jara o Los Jaivas.
Por ejemplo, el trabajo comienza con Camino a Socoroma, himno de la música altiplánica intervenido por el pulso eléctrico de la agrupación y que en 1988 ganó la competencia folclórica de Viña en la voz de Los Yanacochas. "Nuestra idea era ir un poco más allá de los 90 y los 80, que están muy recientes. Yo aún me puedo topar con Jorge González o Alvaro Henríquez, siguen vigentes, por lo que lo bueno era ir a mirar los pueblos de Chile, sin caer en lo paisajístico", establece Ilabaca.
La segunda canción es Quebrada del ají, de Los Jaivas, y ya hay huellas de otra marca del álbum: el desfile de una diversidad de invitados tan amplia como los estilos que intenta cubrir. En el cover, Claudio Parra, de los propios Jaivas, toca el piano y marca un pequeño hito: el tema original no tenía teclados. "Es primera vez que Claudio sesiona como pianista para esta canción", completa el músico.
Luego pasan La gallina no, cumbia de 1947 popularizada por Los Viking's 5 y que mantiene su estilo original, aunque remata en un combo de guitarras y teclados de inspiración psicodélica; y O Oe Bahine Anhani Tamure, melodía de Isla de Pascua, que escala entre lo más logrado de la obra y que incluye otro invitado que acredita sorpresas: Hotuiti Teao Drago, modelo y animador reconvertido en instrumentista con especialidad en el ukelele. Ilabaca lo explica: "Nos conocimos en una gira de la Teletón y nos contó que era músico. Toca el ukelele mortal. Lo sumamos y nos enseñó la correcta pronunciación del pascuense, no como la aprendió uno por el Bafona. Al final se manda un grito de guerra increíble, creo que es nuestra próxima gran canción hardcore".
En ese apartado, el de las relecturas más interesantes, Ilabaca también escoge Cartagena años 20, foxtrot popularizado por Lalo Parra y que cuenta con el piano de Valentín Trujillo; Cirilo Murruchuca, de Luis Arenas para el dúo Los Caporales, aquí aderezada por la guitarra de Angel Parra; dos versiones de la cueca Chingana Marrana; Y aún sin voz quería expresar con gestos y aleteos… algo, de Florcita Motuda y que luce la participación del propio autor, y el clásico folclórico Romance de Barco y Junco, otra versión notable que muestra a Chancho en Piedra como una banda más reposada y amante de las voces corales. Además, en la mitad rapean Juan Sativo y Pedropiedra. El disco se mostrará este 17 de septiembre en la Gran Fonda Chancho en Piedra.