El modisto Karl Lagerfeld puede haberse tropezado cuando subió a la pasarela, pero lo que importó realmente en el desfile del día jueves, es que Shanghai se enamoró de Chanel.

La ciudad china estaba recibiendo su primer contacto con la alta costura en una doble celebración: la apertura de la tienda insignia de Chanel en la ciudad, y la exhibición de la colección 2009 Métiers d'Arts.

La colección es un especial que Chanel producen una vez al año, para honrar a los talleres y artesanos de París. La firma francesa lanza una colección exclusiva y dominada por el rojo para homenajear al mercado chino.

Basado en un país diferente cada año, la colección de este año ofreció blazers de lana en cuello Mao, pantalones de satén y chaquetas de tweed marca de la casa, en rojo, el color esencial de la colección, un guiño a la bandera china.

Por segundo año, la colección fue precedida por un film dirigido por el propio Karl Lagerfeld. El corto, llamado "París-Shanghai, una fantasía", muestra el viaje que ella solo hizo en sus sueños. Un viaje hecho -en un sueño- por Coco Chanel a la ciudad, después de quedarse dormida en su departamento de Rue Cambon.

Este departamento es el que ha inspirado la nueva tienda de Shangai. Diseñado por Peter Marino, y lleno de antigüedades, está vez no está diseñado como las boutiques de Chanel, siempre en blanco y negro, sino como una serie de salones de belleza, lleno de obras de arte especialmente encargadas. Con un personal discreto pero abundante, que pareció dedicar la mayor parte de su primer día de trabajo a desembalar.

Mientras tanto, Baptiste Giabiconi - el hombre descrito como la nueva musa de Lagerfeld - cantó en la fiesta que se realizó luego del desfile. Su canto llenó la habitación hasta que Vanessa Paradis, subió al escenario. Los labios oficiales de la gama 2010 de lápiz labial de Chanel, también cantaron su repertorio mientras pasada la velada.