Llegar a Chile era uno de los objetivos principales que se impuso la china Yantai Changyu Pioneer Wine y este año lo logró. Luego de tres incesantes años de búsqueda y la ayuda de un "celestino", el banco financiero español GFS, la vitivinícola más grande de China -y la más antigua, con 125 años de historia- firmó el pasado martes la adquisición de la chilena Bethwines, filial del grupo Bethia, controlado por Liliana Solari e hijos, y adquirió así el 85% de las viñas Indómita, Santa Alicia, Porta y Agustinos.
"No ha sido fácil la tarea de encontrar una compañía. Hemos buscado durante mucho tiempo y nos hemos contactado con muchas viñas", resume Zhou Hongjiang, CEO de Yantai Changyu Pioneer Wine.
Para el ejecutivo, la mejor forma de ejemplificar lo que ha sido todo este proceso es a través de un conocido poema chino: "Buscando a esa persona entre la muchedumbre, veces y veces, girándome de repente he podido ver que esa persona que he estado buscando está justo debajo de las lámparas, con luces disminuidas", relata.
Y agrega que para llegar al grupo Bethia, uno de sus colaboradores viajó hasta cinco veces a Chile. "En uno de los últimos viajes incluso vinimos con nuestro socio italiano (Illva Saronno) a visitar la bodega de Indómita", cuenta. También comenta que han invitado a Wilfred Leigh, descubridor de Indómita y actual director ejecutivo de la compañía, a Yantai, para que conozca las bodegas de Changyu, señala el ejecutivo.
Los cinco días que Hongjiang estuvo en Chile fueron intensos. Llegó el domingo proveniente de España, de un comité ejecutivo de Marqués del Atrio, viñedo que el grupo asiático adquirió el año 2015 y que está en el corazón de La Rioja.
El lunes muy temprano partió, junto a su comitiva, hacia Maipo para visitar "in situ" Santa Alicia y en la tarde se dirigieron al Valle de Casablanca para recorrer la viña Indómita.
El martes en la noche asistió a una comida protocolar en el restaurante Europeo, donde compartió con el presidente del China Construction Bank y con el ex embajador de Chile en China, Luis Schmidt, entre otros.
Y como es fanático del fútbol, la tarde del miércoles aprovechó de ver el partido de Chile versus Portugal y luego asistió al primer directorio de Indómita Wine Company Chile, SpA, firma que surge de la operación por la que la asiática desembolsó US$ 48 millones.
"Changyu dará todo su apoyo y dedicará todos sus esfuerzos para mejorar la posición que tiene Indómita. Hoy, en términos de exportación, está en el puesto siete u ocho y la idea es que dentro de los próximos cinco años esté ubicada en los cuatro primeros puestos y en 10 años más se pueda conseguir un mejor posicionamiento", define Zhou Hongjiang.
Detalla que eso implicaría que en el futuro se logrará exportar del orden de los US$ 20 millones a China. Cifra relevante, dado que hoy la chilena destina alrededor de US$ 1 millón a ese país.
¿Por qué apostaron tanto por llegar a Chile?
La compañía tiene 125 años y el objetivo a largo plazo de Changyu es posicionarse muy bien en el mercado global, por lo tanto, buscar una compañía en Chile siempre ha sido uno de los objetivos principales.
¿Por qué les interesó Indómita?
Hay tres elementos principales que se analizaron para tomar la decisión. Primero, por los resultados que ha logrado la compañía y también influye su marca e imagen corporativa. También, la capacidad que tiene el equipo de innovar y, en tercer lugar, porque China se ha convertido en el primer país destino de las exportaciones de vino chileno y esta compañía en China actualmente no es demasiado grande. Changyu tiene una fuerte red de comercialización y de distribución en China, entonces, podemos ayudar a Indómita a crecer en las exportaciones hacia China.
China: crecimiento infinito
El consumo de vino en China se ha acelerado en los últimos años y hoy en el país, con 1.300 millones de habitantes, existe un consumo per cápita de uno a 1,2 litros de vino al año, cuenta Hongjiang. Muy lejano, si se considera que el promedio del mundo se ubica en tres litros de vino por persona.
"Si nos imaginamos un futuro donde la clase media va a ir aumentando significativamente, el alza del consumo de vino es muy esperable. El potencial de crecimiento de este consumo es infinito y hay que tener la capacidad de imaginar y soñar", augura el ejecutivo.
Por eso, insiste, el grupo quiere intentar comercializar el mayor número de marcas internacionales posible para diversificar la oferta y así no quedarse sólo con los productos domésticos.
"El mercado chino es muy distinguido en gustos y, por ejemplo, el cabernet sauvignon del Valle Central y del Valle de Maipo es distinto que el de China, hay diferencias", relata.
¿Cuál es la diferencia?
El concepto que tienen los consumidores chinos del vino chileno es que tiene una excelente relación precio-calidad y, además, tiene mucho aroma a frutas. Eso hace que el vino chileno sea de muy fácil aceptación en los consumidores chinos.
A nivel mundial, Changyu es el tercer grupo más importante del mercado vitivinícola y el año pasado vendió 130.000 toneladas de vino, es decir, cerca de 170 millones de botellas. Una cifra significativa si se compara con los 36,2 millones de cajas que vendió Concha y Toro, la más grande viña de América Latina y quinta del mundo en volumen comercializado, y lejos de los 1,5 millones de cajas de vino que Indómita comercializó en 2016.
Pero la viña asiática quiere ir por más. De hecho, Zhou Hongjiang no descarta que en un futuro Changyu pueda transformarse en el primer productor mundial de vino.
El potencial de crecimiento de Yantai Changyu Pioneer Wine también lo vio el presidente de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), cuenta el ejecutivo asiático, quien le comentó hace unos meses que como Changyu está en el mercado chino, tiene la posibilidad y el potencial de convertirse si no en el mayor, en el segundo productor de vino del mundo, dice.
"Creo que es totalmente posible concretar ese objetivo, sobre todo considerando que hoy China está viviendo una época de paz, prosperidad y que se está desarrollando a gran velocidad. Eso, sumado a los equipos extranjeros con los que hemos podido colaborar últimamente, es un objetivo totalmente realista.
¿Cuándo podrían llegar a ese sitial?
Es difícil dar una estimación de plazos. Además, personalmente pienso que cuando doy mi palabra con algo, eso tiene que concretarse. Por eso, si no puedo garantizar el fruto final, es mejor no dar la palabra. Sin embargo, en el mercado ya se habla que ese puesto lo podría ocupar en el año 2019.
Australia: próxima compra
Hoy, el principal motor de crecimiento de Changyu en ventas es Inglaterra, gracias a la relación que han construido con nuevas cadenas de retail. Por otro lado, Escandinavia (Noruega, Suecia y Dinamarca) representan el 45% de sus exportaciones.
Al hacer un balance de sus tres siglos de existencia, cuenta Hongjiang, el crecimiento más fuerte lo han vivido en los últimos 10 años. De hecho, en 2013 la viña comenzó su proceso de internacionalización, el que se inició en Francia, donde compró el productor de cognac Roullet-Fransac y el Chateau Mirefleurs. Dos años más tarde fue el turno de España.
Ahora, tras el cierre de la operación en Chile, la compañía se concentrará en Australia, donde ya tienen identificada una potencial adquisición. "La meta es que el proceso se cierre a fines de este año, pero es muy difícil estimar plazos, porque depende de muchos factores, como, por ejemplo, el due dilligence", explica el ejecutivo.
Añade que con estas compras, Changyu habrá terminado "su primera etapa de internacionalización".
¿Qué países involucra la segunda fase de crecimiento?
Por ahora, necesitamos de un tiempo para digerir los efectos de las decisiones tomadas, pero para planear la internacionalización no sólo se considera cómo son las compañías que se adquirirán, las uvas o el país de destino, sino que también se analiza desde el punto de vista del crecimiento del mercado chino. Y aunque su volumen no es el más grande del mundo, su crecimiento ha sido muy rápido.
Entonces, ¿cuáles son los otros países a los que están apostando llegar?
Hoy, los cinco primeros exportadores de vino hacia China son: Francia, Australia, Chile, España e Italia. Estos cinco países tienen una ventaja muy grande comparada con el puesto sexto o séptimo. Por eso, por ahora nos queremos concentrar en estos cinco países.
Pero la labor de la mayor bodega de China va más allá de comercializar vinos, también están impulsando la cultura de este producto en su país. Por eso, a fines de año abrirá la Ciudad del Vino, millonario proyecto de más de mil millones de euros y donde se pueden visitar hasta siete espacios diferentes.
Hongjiang cuenta que en China lo que se está haciendo es concentrar la capacidad productiva y eficiencia en un solo lugar, porque Changyu tiene varias bodegas distribuidas en el país y además, tienen un programa de turismo que cada año recibe un millón de visitas.
¿Se puede copiar una ciudad de esas características en Chile?
Lo que sucede es que en China aún es necesario promocionar la cultura del vino. No es como en Chile, donde la cultura está muy asentada y todo el mundo conoce el vino chileno", reconoce Zhou Hongjiang.