El Chapecoense, el humilde club brasileño que se medirá al Atlético Nacional colombiano por el título de la Copa Sudamericana, escogió el estadio Couto Pereira, de propiedad del Coritiba, como escenario del partido de vuelta de la final, por no poder usar su casa.
El club de la ciudad de Chapecó (Santa Catarina), que no puede usar la Arena Condá porque no tiene capacidad para más de 40.000 aficionados como exige la Confederación Sudamericana, anunció hoy su decisión de jugar en el Couto Pereira, en Curitiba (sur de Brasil) y con capacidad para 40.310 personas.
Tras haber eliminado al poderoso San Lorenzo argentino en semifinales, el pequeño club brasileño visitará el próximo miércoles en Medellín al Atlético Nacional, vigente campeón de la Copa Libertadores, en partido de ida por la final de la Sudamericana. Una semana después, el 7 de diciembre, el Chapecoense intentará su primer título internacional en el Couto Pereira en el partido de vuelta de la final.
El finalista brasileño había recibido ofertas para jugar la final en cuatro estadios, pero optó por el menor y el único que no fue modernizado en los últimos años. Los otros tres estadios a los que estudió llevar la final eran el Arena da Baixada, también en Curitiba y del club Atlético Paranaense; el Beira-Río, en la ciudad de Porto Alegre y propiedad del Internacional, y el Arena do Gremio, de esa misma localidad y que pertenece al Gremio.
Pese a que Curitiba está a 500 kilómetros de Chapecó, una distancia mayor que la de Porto Alegre (400 kilómetros), en la opción por el menor y menos modernos de los estadios analizados pesó principalmente su bajo costo.