Charles Mariano Aránguiz corre hacia el sector sur del Estadio Nacional, donde se ubica la mayoría de los barristas de Universidad de Chile. Mientras recorre la pista de recortán, los fanáticos azules se abrazan y festejan enloquecidos, mientras, a la par, le dedican gritos a su héroe, a quien elevan a la categoría de los cracks y de los símbolos que han marcado la historia del club del chuncho. "Esta vez me tocó a mí anotar el gol de la victoria. Lo importante es que ganamos y el grupo sigue metido arriba en la pelea", repite Aránguiz, en medio de sus compañeros, quienes lo buscan para no terminar de abrazarlo nunca, conscientes de la importancia de su conquista.

"Charles es un 'monstruo'. Tiene una calidad futbolística por sobre la media, y lo complementa con un temperamento y entrega física que contagia y que cualquier equipo europeo quisiera tener", comentaba Isaac Díaz, mientras el capitán José Rojas buscaba al héroe que decretó la victoria azul para recorrer abrazados la pista atlética del coliseo ñuñoíno.

"Charles asumió su error y sufrió mucho por quedar fuera de la nómina de la Selección. Lo que entregó hoy y lo que vivió con su gol demuestran su extraordinario momento. El ya habló con Sampaoli y sabe que volverá a la Selección con actuaciones como ésta. Charles es el motor de cualquier equipo", coincidía ayer uno de sus amigos en el plantel, donde reconocen la importancia para la "U" y la "Roja" del volante puentealtino.

El "salvador" de Franco

"En el segundo tiempo reaccionamos, no estábamos haciendo nada y lo conversamos en el entretiempo. Luego salimos con todo, dimos vuelta el partido y ahora sólo nos queda disfrutar con nuestra hinchada un nuevo triunfo en el clásico más importante de Chile. Luego veremos o nos preocuparemos de la final con la Católica", añadía Aránguiz, en medio de los abrazos de sus compañeros y del cuerpo técnico, quienes buscaban al ex Cobreloa, conscientes de su sacrificio.

"Si tengo que jugar en la 'U' más arriba en el medio, como lateral o en cualquier puesto, lo voy a hacer. Acá lo importante es 'matarse' por el equipo y por los compañeros", añadía el "Príncipe", quien ayer fue protagonista absoluto, pues guapeó, peleó, ganó y, como repetían varios hinchas, "salvó" a Darío Franco de quedar en la cuerda floja en cuanto a su cargo como técnico de los universitarios.

En la cancha, Aránguiz se dio el gusto de ser la estrella ante Colo Colo, uno de sus ex clubes, pasado que los hinchas azules borraron debido a sus grandes actuaciones en la "U", las que arrastra desde hace varios años. Asimismo, se encargó de buscar a Emiliano Vecchio cuando éste tomaba la manija alba en el arranque del segundo tiempo y se dio tiempo para guapear con Fernando de la Fuente, desde que este último ingresó hasta cuando terminó el partido. "Charles sabe manejar los tiempos y también los partidos. Es guapo cuando lo buscan, pero, a diferencia de varios otros volantes, no cae en expulsiones tontas. Es vivito", añadían en el vestuario.

Su excelente momento en la "U" lo tiene muy cerca de emigrar a Europa en junio; Udinese tiene la prioridad por ser dueño del 50 por ciento del pase. Su partida parece ser inevitable, sobre todo considerando que se reinsertará en la "Roja", factor que aumentará sus posibilidades de cambiar de club.

"Lo único que quiero es volver a jugar por Chile. Cometí un error y lo asumo... Nunca le voy a cerrar las puertas a la Selección, siempre estaré dispuesto a jugar por mi país. El 'profe' (Sampaoli) sabe lo que rindo y que puede contar siempre conmigo", había dicho el cotizado volante, luego de un error que ayer comenzó a revertir con hechos concretos en la cancha, donde terminó firmando un triunfo que tuvo su sello.