Charlie Sheen hizo un alto en su gira por Estados Unidos para comparecer ante el juez Hank Goldberg de Los Angeles, con el objetivo de obtener la custodia de sus dos hijos con Brooke Mueller. Pero el magistrado decidió que los niños seguirán al cuidado de Mueller, pese a que ésta ingresó recientemente a rehabilitación y se negó a entregar un examen de drogas.
Así lo dieron a conocer sitios web como UsMagazine y TMZ, donde añaden que entre los puntos que se consideraron como más importantes para que el juez tomara la decisión, se encuentra una supuesta amenaza de muerte, de parte de Sheen a su entonces esposa.
Mueller, de 33 años, ingresó a una clínica de rehabilitación durante el fin de semana como medida preventiva para evitar que su ex esposo argumente el uso de drogas como una razón para despojarla del cuidado de los pequeños Max y Bob, de dos años.
El sitio TMZ publicó un video de vigilancia en donde se observa a la ex de Sheen intentando vender unas joyas en una casa de empeños para recaudar efectivo, esto a pesar de que recibe 55 mil dólares para la manutención de sus hijos.
Algunos sugieren que Mueller intentaba esconder la fuente de estos ingresos para que no se pudiera rastrear la compra de drogas. Además se habla de que Mueller compró 150 dólares en cocaína a un traficante en la calle.
Los amigos de Mueller comenzaron a sospechar de sus andanzas el viernes después de que ésta se rehusara a entregar una muestra de orina para determinar si su cuerpo estaba limpio de sustancias tóxicas.
Dicho requisito forma parte del acuerdo de custodia de la pareja. Según el convenio, rechazar la realización del análisis es considerado como una prueba positiva de drogas.
Mientras, se espera una fuerte batalla por el cuidado de los pequeños. Personas cercanas al protagonista de "Wall Street" aseguran que el actor utilizará dicha evidencia para probar que los niños están mejor con él.
Por su parte, se prevé que Mueller también luche por mantener la custodia de sus hijos argumentando que están mejor bajo el cuidado de su madre en Palm Beach que con su padre, al que han visto muy pocas veces en el último tiempo.