El Presidente Hugo Chávez acusó hoy a los opositores de "arremeter" contra el gobierno y los militares y de presentarlo como el "destructor" de la democracia en contraposición al recién fallecido ex Mandatario Rafael Caldera, al que califican de ser su "constructor".

"Fue aprovechada la muerte de este presidente (Rafael Caldera) para arremeter contra la patria, contra nosotros (el gobierno), contra los militares... esta burguesía llena de odio arremetió contra lo que ellos llaman el caudillaje, contra lo que ellos llaman militarismo", dijo el Mandatario durante un discurso televisado ante las tropas.

"Esta burguesía llena de odio, presentaron al ex presidente como el constructor de la democracia y a mi como el destructor", aseveró.

Chávez, que llevaba uniforme militar de faena, afirmó que la iglesia y la burguesía venezolanas irrespetaron la muerte del "último presidente de la cuarta república", como se refiere a los gobiernos que le precedieron, mientras que su administración "hizo silencio" para respetar el dolor de los familiares del ex gobernante.

Esa fue la primera referencia pública de Chávez sobre la muerte de Caldera, quien gobernó el país en dos oportunidades y que por decisión de sus hijos, no tuvo honores de Estado, ni recibió ningún reconocimiento de parte del gobierno de Chávez, a quien criticó hasta sus últimos días.

Caldera, de 93 años, murió tras un largo padecimiento de la enfermedad de Parkinson.

Al inicio de su segundo mandato, que se desarrolló entre 1994-1999, Caldera otorgó el perdón presidencial a Chávez, quien estaba detenido desde 1992 tras encabezar un fallido golpe militar contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez.

Esa decisión le abrió el camino al teniente coronel retirado Chávez para iniciar su carrera a la presidencia, cargo que logró al ganar las elecciones de diciembre de 1998.

Chávez recibió la presidencia de manos de Caldera en febrero de 1999.

Hasta sus últimos días, Caldera fue un critico de Chávez, y así lo plasmó en una carta de despedida al país.

"Quiero que Venezuela pueda vivir en libertad, con una democracia verdadera donde se respeten los derechos humanos, donde la justicia social sea camino de progreso. Sobre todo, donde podamos vivir en paz, sin antagonismos que rompan la concordia entre hermanos", afirmó Caldera.