El oficialismo venezolano instaló hoy la controvertida Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Eso, pese que contó, según la versión oficial, con el aval de ocho millones de votos de un universo de más de 19 millones en los comicios del domingo pasado; a pesar del amplio rechazo internacional, y pese a los cuatro meses de protestas opositoras que han dejado unos 120 muertos.

Los miembros de esa instancia, que busca reescribir o reformar la Constitución bolivariana, juramentaron sus cargos en una ceremonia en el Salón Elíptico del Palacio Legislativo de Caracas, edificio donde también funciona la Asamblea Nacional (Parlamento), controlada por la oposición.

Mientras a esa misma hora se desarrollaba una marcha opositora en las calles de la capital, los asambleístas ingresaron a la sede en un ambiente festivo, con rosas rojas y retratos de Hugo Chávez y de Simón Bolívar. Según el Presidente Nicolás Maduro, quien convocó a la Constituyente, una de las apuestas que busca con esa instancia es pacificar al país. Sin embargo, no ha hecho más que fracturarlo y polarizarlo, según han denunciado las principales potencias de la región, además de EE.UU. y la UE. Para la oposición lo que pretende Maduro es extender su permanencia en el poder. Eso, debido a que se considera que las decisiones que tome la ANC estarán por sobre lo que ordenen los demás poderes del país.

Marchas

La agencia Reuters destacó que en los alrededores del Palacio Legislativo camiones con música y cientos de personas con camisetas rojas apoyaron con gritos de júbilo y aplausos la llegada de los integrantes de la Constituyente. La ex canciller Delcy Rodríguez fue elegida presidenta de la Asamblea, mientras que el ex Vicepresidente Aristóbulo Istúriz y el ex fiscal general Isaías Rodríguez, fueron designados como primer y segundo Vicepresidente, respectivamente.

"Desde este hemiciclo poderoso, rodeado de nuestros libertadores y libertadoras le decimos: imperio salvaje y bárbaro no te metas con Venezuela", dijo tras jurar, Rodríguez en clara referencia a EE.UU. y a los países que han considerado que el proceso constituyente quiebra la democracia venezolana. "El pueblo llegó acá en combate, de pie, con moral y ética combativa", aseguró junto con anunciar que la primera sesión de la Asamblea será este sábado. Además, Maduro dijo hoy que la Constituyente trabajará en la puesta en marcha de una "comisión de la verdad, la justicia" y "la reparación de las víctimas" de la violencia que -según él- genera la oposición.

El presidente del Parlamento, el opositor Julio Borges, publicó un video en Twitter en el que denunció que las puertas de un salón patrimonial del Palacio Legislativo habían sido violentadas por partidarios del gobierno que llegaron para participar en la ceremonia.

La oposición, reunida en la Mesa de la Unidad Democrática, que no participó en la elección de los 545 asambleístas, la que calificaron como un "fraude", llamó a una marcha de protesta. Sin embargo, no lograron una convocatoria masiva, como sí lo habían hecho en otras oportunidades.

Los opositores marcharon desde cinco puntos del este de Caracas para intentar llegar hasta el Palacio Legislativo. Sin embargo, miembros de la Policía Nacional Bolivariana dispersaron con gases lacrimógenos una de esas manifestaciones. Según la agencia EFE, decenas de efectivos a bordo de motos dispararon perdigones de goma contra los manifestantes en el sector de Chacaíto, en el este de la capital.

El vicepresidente del Parlamento, el opositor Freddy Guevara, que encabezó la movilización junto a otros diputados como Richard Blanco y Juan Andrés Mejía, consideró que la instalación de la Asamblea Constituyente demuestra que Maduro "está dispuesto a llevarse por el barranco a toda Venezuela, incluso a él mismo". Destacó que la Constituyente "va a profundizar la crisis del país" y sostuvo que por este motivo debe mantenerse la presión en la calle.

En tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos anunció hoy el otorgamiento de una medida cautelar de protección para la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, por considerar que su vida e integridad "enfrentan riesgo inminente de daño irreparable". En los últimos meses Ortega se ha convertido en una sería opositora de Maduro.

Por otra parte, la embajada de Panamá en Caracas informó que concedió asilo político a dos magistrados del Tribunal Supremo nombrados por el Parlamento de mayoría opositora, pero que según la máxima corte aún en ejercicio no tienen legitimidad. En los últimos días la embajada de Chile aceptó brindar protección a seis opositores -cinco de ellos magistrados nombrados por el Parlamento.