"Es la Carta Magna para la Venezuela de nuestros nietos, de nuestros bisnietos, de las futuras generaciones", aseguró en diciembre de 1999, con gran entusiasmo, el entonces Presidente venezolano Hugo Chávez, pocos días después de que su Constitución, a la que calificó como "la mejor del mundo", fuera refrendada en una consulta popular.

Durante los 15 años en que gobernó el país, Chávez mostró orgulloso su Constitución -de color azul y en versión de bolsillo- en numerosas ocasiones e incluso la llamó cariñosamente como "la bicha". La Carta Magna chavista fue considerada por sus seguidores como un símbolo de su pensamiento político.

Precisamente por eso, el sorpresivo anuncio del Presidente Nicolás Maduro de convocar una Asamblea Constituyente como parte de su "detonante histórico" para hacer frente a la oposición, no cayó bien en todos los círculos chavistas. Los partidarios de Chávez consideran que la movida de Maduro es una suerte de traición a su legado.

Maduro ha insistido en que la Constituyente "creará las condiciones" de normalidad para llevar a cabo las elecciones que vienen, como la presidencial de 2018. Pero para la oposición, que lleva un mes en la calle con masivas protestas que han dejado 36 muertos, el proceso busca dilatar los comicios.

Pero la gran novedad es que la medida ha sido criticada desde el chavismo. Una de las primeras voces oficialistas en alzarse contra la iniciativa fue la del diputado por el Gran Polo Patriótico, Eustoquio Contreras. "Yo esperaba, por lo menos, hasta por delicadeza con eso que se llama el legado de Chávez, un procedimiento parecido al del Presidente", dijo Contreras a través de una entrevista con Unión Radio.

El diputado se mostró así en la misma línea que la oposición, que asegura que el proceso es inconstitucional ya que para llevarlo a cabo se debe realizar una consulta que lo refrende, tal como lo hizo Chávez el 15 de diciembre de 1999. Además exigen elegir a los constituyentes a través del voto universal.

"Para que esta Constituyente que convocó Maduro se convierta en una posibilidad de solución a la problemática del país, y no en un enredo más, tiene que garantizar que sus constituyentes gocen de los mismos mecanismos para elección que primó para escoger los constituyentes del proceso convocado por Chávez, es decir, tiene que ser una elección universal, directa y secreta", advirtió el diputado.

La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, cercana al chavismo, también criticó la movida de Maduro en una entrevista con The Wall Street Journal. "Esta Constitución es invencible. Es la Constitución de Chávez", aseguró y agregó que "no podemos exigir calma y conducta de los ciudadanos si el Estado toma decisiones que no están acorde con las leyes".

La convocatoria también ha dividido a varios de los constituyentes que participaron de la Asamblea de Chávez. Allan Brewer Carias, constituyente de 1999 catalogó en conversación con La Tercera como un "soberano disparate" la convocatoria del mandatario.

"Es un decreto inconstitucional porque según la Constitución de Venezuela, solo el pueblo puede convocar a una Asamblea Constituyente. Es el pueblo el que puede aprobar las bases de esa Constituyente", explicó.

Para Brewer el decreto de Maduro es también un "fraude", ya que lo que propone ya fue rechazado por el pueblo venezolano en 2007, cuando el entonces Presidente Chávez propuso una reforma constitucional para establecer un Estado socialista con reelección indefinida, propuesta que fue rechazada.

Siete constituyentes de 1999 que en ese entonces apoyaban a Chávez, se reunieron el jueves para generar un debate frente al tema y convocar al resto de sus pares para hacerle frente a la medida del presidente venezolano. "Vamos a defender la Constitución en cuerpo y alma. Es nuestra obra. El pueblo depositó su confianza en nosotros para redactarla, para que se cumpla y siga vigente", aseguró al diario El Nacional, Haydée de Franco.