Un vapuleado gobierno de Nicolás Maduro y una oposición fracturada se embarcarán hoy y mañana en un nuevo intento de negociaciones para resolver la profunda crisis venezolana. El escenario será el mismo que el del último de los otros tres acercamientos fallidos entre 2014 y 2017: Santo Domingo, la capital de República Dominicana. Ambas partes se acercan en momentos de alta tensión. El miércoles, el gobierno chavista -a través del Vicepresidente Tareck El Aissami- confirmó que Maduro buscará la reelección en las elecciones de 2018, que aún no tienen fecha y podrían ser adelantadas al primer trimestre.

La coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) intentará en esta ocasión poner freno al choque de poderes existente desde que el oficialismo instaló su Asamblea Nacional

Constituyente (ANC), a comienzos de agosto. La oposición también exigirá un canal humanitario para el ingreso de alimentos y medicinas y "condiciones justas" de cara a las elecciones presidenciales.

El Ejecutivo de Maduro, por su parte, exige a la MUD que abogue por el fin de las sanciones económicas de Estados Unidos. La delegación opositora estará liderada por el titular del Parlamento, Julio Borges, y en ella estarán representados miembros de los cuatro grandes partidos de oposición: Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular.

En representación del gobierno estará el ministro de Educación, Elías Jahua, la presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez y su hermano, el ministro de Comunicación y Cultura, Jorge Rodríguez.

La ronda de conversaciones se extenderá hasta mañana y los negociadores estarán acompañados por los cancilleres de México y Chile -los países garantes propuestos por la oposición- y de Bolivia, Nicaragua y San Vicente de las Granadinas, seleccionados por el chavismo.

Pero el proceso de diálogo está lejos de contar con el apoyo de toda la oposición. El martes, 82 legisladores votaron a favor del proceso, mientras que tres votaron en contra. Sin embargo, los detractores del diálogo tienen una fuerte influencia en Venezuela y en el exilio. El grupo parlamentario que rechazó la iniciativa está formado por los diputados de la formación política de

María Corina Machado y el ex alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.