El ex vicepresidente Dick Cheney piensa que George W. Bush gradualmente dejó de seguir sus consejos durante su segundo período en la presidencia, mostrando una sorprendente independencia y tomando posiciones más flexibles en una serie de asuntos, señala el diario The Washington Post.
Cheney, considerado por muchos como el vicepresidente más influyente en la historia de Estados Unidos, ha estado hablando de sus años en el cargo en charlas informales con escritores, diplomáticos, expertos políticos y ex colegas, dijo el Post, mientras trabaja en un libro de memorias planeado para el 2011.
Robert Barnett, que negoció el contrato editorial de Cheney, dio a conocer a editores potenciales que el libro estaría cargado de noticias, dice el artículo publicado en el portal del Post en la internet, y el propio Cheney ha dicho, sin explicarlo, que el "secreto de estado" ya no está vigente para muchos de sus secretos.
El libro cubrirá la larga carrera de Cheney, desde jefe del gabinete bajo el presidente Gerald Ford hasta vicepresidente bajo Bush.
"Cuando el presidente tomó decisiones con las que yo no estaba de acuerdo, le apoyé de todas formas y no traté de minarlo", dijo Cheney, de acuerdo con Stephen Hayes, su biógrafo autorizado. "Ahora estamos hablando después de que salí del puesto. Yo tengo fuertes opiniones sobre lo que sucedió ... Y no tengo ninguna razón para no expresarlas honestamente".
De acuerdo con el autor del artículo del Post, Barton Gellman, que previamente escribió un libro sobre Cheney llamado "Angler", el ex vicepresidente considera que Bush hizo concesiones a la opinión pública, algo que Cheney considera debilidad moral. Luego de años de elogiar a Bush como un hombre con principios, Cheney ahora indica que el ex presidente resultó ser un político común, dice Gellman.