El ex comandante en jefe del Ejército y, hasta ayer, presidente del consejo directivto del Servel, Juan Emilio Cheyre, se defendió de las imputaciones, por la denuncia de DD.HH. formulada por Ernesto Lejderman, quien fue víctima del asesinato de sus padres por fuerzas armadas, en 1973.

Cheyre dijo a CNN que "ni siquiera sé quién pensó esto, hizo un llamado a un obispo, eso es lo que hice. Cuando se conoce en Chile el informe Rettig, el ejército lo niega. Yo nunca lo leí. El ejército, lo que entrega a nosotros, fue un error, es un error".

"La tranquilidad más grande que tengo yo es que cuando conocimos estas cosas, hice lo que tenía que hacer", recalcó.

El ex uniformado explicó que, además, tras haber ocurrido los hechos y conocerse el citado texto que compilaba las denuncias de violaciones a los DD.HH. "el ejército lo niega cuando sale, el general Pinochet saca un informe propio. Y ese es el que conocemos, oficial". 

"¿Dónde querían que estuviera este niño? El drama del niño, la muerte de sus padres, que todos creíamos por casi dos décadas que se habían dinamitado. Si ese es el drama de Chile, estas cosas ocurrieron. ¿Dónde habría estado este niño?", retrucó.

Agregó que "ahora, esto de que uno conoce una verdad …y este niño que estuvo casi veinte años engañado por sus abuelos…y él cree una mentira y se informa por un cuaderno ¿y eso no es estar también engañado veinte años por sus abuelos?".

De acuerdo con su versión, "se habría entregado, se le habría hecho eliminar o desaparecer al niño, como se hizo en tantas partes? ¿Se habría dado como un expósito, como dice el columnista Peña?  Mi punto es un llamado telefónico a un arzobispo. ¿Qué sería de ese niño?".