Decir Chichi García es decir Mountain Bike. Así de simple. Y así de complejo. Un cuarto de siglo de dedicación a este deporte convierten a la ciclista chilena en una suerte de precursora de la disciplina en el país, y en una auténtica "leyenda del Cross Country", como llegó a definirla Florencia Espiñeira, la heroína del deporte 2015. Su medalla de plata obtenida en los Juegos Odesur de 2010; su campeonato nacional categoría Elite conquistado en 2012; o sus seis preseas panamericanas acumuladas hasta la fecha; dan buena cuenta de su dimensión como deportista.

Pero Elisa María García Jaramillo es mucho más que eso. La primera ciclista criolla en competir en tierras extranjeras comenzó a pedalear, literalmente, por accidente, cuando una fractura del ligamento cruzado anterior de una rodilla la alejó del esquí, la disciplina que, por herencia familiar, había practicado hasta los 22 años.

Hoy, con 48, Chichi se encuentra más vigente que nunca. En marzo, tomó parte en Sudáfrica, junto con Florencia Marinovic (conformando el Team ChichiFlor), en la Cape Epic 2016, la competencia de Mountain Bike más exigente del planeta. Y cruzó la línea de meta en solitario (tras el abandono por lesión de su compañera), culminando otra gesta.

La vida de la veterana rider, responsable de llevar en compañía de su marido, Claus Plaut, el MTB a los colegios chilenos, no tendría sentido sin el ciclismo. Pero el ciclismo tampoco sería ya lo mismo sin ella. "No pienso colgar nunca la bicicleta", proclama.