Con el fin de reinsertar al país en la economía mundial, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, se reunió a fines del año pasado con Elaine Feeney, vicepresidenta de Amazon.com Inc. para expansión global de infraestructura.
Chile, por su parte, mantuvo reuniones con Amazon hasta mediados del 2017, y la presidenta Michelle Bachelet visitó la sede central de la empresa durante un viaje a Estados Unidos en junio. Amazon aún no decide cómo avanzar y, en definitiva, podría terminar teniendo centros en ambos países.
La idea de que Argentina pudiera competir con Chile por inversión extranjera habría sido impensable durante el gobierno de la predecesora de Macri, Cristina Fernández de Kirchner. Los controles cambiarios y las restricciones a las exportaciones mantenían alejados a los inversores.
Se expanden los servicios de la nube
Amazon viene expandiendo su infraestructura de computación en la nube en todo el planeta en tanto más compañías pagan por tener sus datos y aplicaciones alojados a distancia. En el caso de las compañías de tecnología, tener un centro de datos de Amazon contribuye a reducir costos y mejorar la velocidad de los datos en comparación con tener que depender de domicilios fuera del país.
Con Macri, Argentina ha atraído el interés de los inversores, hasta el momento principalmente en el sector financiero. Los inversores a largo plazo desconfían de la volatilidad financiera y política de Argentina. Macri recibió promesas por unos US$79.000 millones de inversores extranjeros, de los cuales un 8% fue desembolsado, mientras que un 43% está en marcha, según la subsecretaría de Promoción Comercial y Desarrollo de Inversiones de Argentina. El otro 50% se mantiene en suspenso por ahora.
Un equipo de Amazon visitó recientemente Argentina para evaluar el mercado de los servicios en la nube y averiguar más acerca de cómo serían gravados. El gobierno está haciendo todo lo posible por fomentar la demanda: el mes pasado, el banco central autorizó a los bancos a tercerizar sus servicios tecnológicos en la nube.