Chile avanza siete puestos en Índice de Brecha de Género
Informe Global Gender Gap del Foro Económico Mundial a 144 países, ubica al nuestro en el puesto 63.
Para que una sociedad y su economía prosperen, dice el Foro Económico Mundial, es fundamental la paridad de género. Es decir, que se garanticen el completo desarrollo, preparación y competencias de hombres y mujeres.
Sin embargo, a nivel global ese logro se ve muy lejano. Al ritmo actual, tardará 217 años en cerrarse la brecha, dice el informe 2017 Global Gender Gap, del Foro Económico Mundial, publicado ayer, que compara la reducción de la brecha de género en 144 países.
Este año, por primera vez desde 2006 -año de la primera edición del informe-, la brecha global se amplió, "lo que pone fin a una década de progreso lento pero constante hacia la mejora de la paridad de género", resalta el informe. La brecha actual es del 32%, en comparación con el 31,7% de 2016, porcentaje calculado por el progreso en cuatro dimensiones: participación y oportunidad económica, logros educativos, salud y supervivencia, y empoderamiento político.
Según el documento, el retroceso se explica por la lentitud en el progreso de la participación en la fuerza de trabajo y la equidad salarial, y por la ausencia de mujeres en posiciones de liderazgo.
La nación más igualitaria entre hombres y mujeres por noveno año consecutivo, y que ha superado esa desigualdad en casi 88%, es Islandia.
Chile avanzó siete puestos en relación a la medición anterior, y se ubica en el lugar 63. El país ocupa el lugar 39 en logros educativos y 47 en el área de la salud.
Sin embargo, el indicador de participación económica sigue siendo vergonzoso tanto en términos absolutos como relativos, alcanzando solo la posición 117, indica Eric Parrado, superintendente de Bancos e Instituciones Financieras. "En brecha salarial la situación es aún más dramática con una posición 127. Esto último es reflejo de la diferencia salarial entre géneros presente en el país, que llega a 30%".
De alguna manera eso refleja una paradoja, dice Parrado, en el sentido de que en el ámbito educacional existe casi perfecta igualdad entre hombres y mujeres, pero que en ninguna medida eso se refleja posteriormente en el mercado laboral.
Existen sesgos conscientes e inconscientes presentes en nuestra sociedad que pueden estar impactando en la brecha de género en el mercado laboral, agrega. "Una de ellas es que, pese a que como país hemos avanzado en materia de género, las responsabilidades asociadas a la maternidad no se comparten equitativamente entre mujeres y hombres, tanto por temas culturales como de políticas públicas. Un ejemplo concreto es la política pública de la obligación de ofrecer el beneficio de salas cuna solo a las trabajadoras, lo que, pese a sus buenas intenciones, puede estar afectando negativamente la contratación de mujeres. Este es un ejemplo de como se les carga el costo solo a las mujeres".
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