Todo comenzó con una frase lapidaria, con una afirmación categórica en conferencia de prensa: "El ganador de la Copa América Centenario se adjudica el título oficial de Copa América", manifestaba escuetamente Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol. Y la polémica estallaba.
A menos de 72 horas del arranque de la gran final en Nueva Jersey y luego de haber insistido largamente, por activa y por pasiva, en el carácter exclusivamente conmemorativo del torneo, su repentina oficialidad ponía por primera vez en riesgo el cetro continental conquistado por Chile hace menos de un año. Dicho de otra forma; la Roja debía de pronto revalidar el título ante Argentina para poder llegar a Brasil 2019 como campeón vigente.
"El que gane el torneo el domingo va a ser el nuevo campeón de América. Va a ir escrito su nombre en el trofeo, en el tradicional, en el antiguo, y la copa dorada va a quedar en sus vitrinas en caso de que repita Chile", agregaba, por si fuera poco, Ariel Ramírez, funcionario de la Conmebol, en conversación con Radio Cooperativa.
Las reacciones al sorprendente anuncio, que restaba tres años de vigencia al reinado nacional en el continente y que venía acompañado de la comunicación de una iniciativa presentada ante la UEFA para que el campeón de la Copa Centenario y el de la Eurocopa puedan disputar una suerte de Copa Intercontinental de selecciones, no se hicieron esperar: "La Copa América que ganamos en Chile la tenemos que defender en 2019. No es justo, juegan otros equipos, es otra cosa, es una locura todo", denunciaba Arturo Vidal, visiblemente molesto, en conferencia de prensa. Y es que a esas alturas, incluso la presencia chilena en la próxima Copa Confederaciones de 2017, en calidad de vencedor de la Copa América 2015 -la genuina-, comenzaba a estar también en entredicho.
Sin embargo, cuando el debate comenzaba a recrudecerse, el timonel se desdijo. "Chile es la selección que va a representar a Conmebol en la próxima Copa Confederaciones", aseguró en su cuenta de twitter el dirigente guaraní, antes de aclarar: "El ganador del domingo es oficialmente campeón de la Copa América Centenario, que se hace por única vez en la historia del fútbol". Y de precisar: "Chile es el campeón del 2015 al 2019", enmendando su error inicial y despejando todas las dudas.
Todas, salvo las que el balón dirimirá mañana, cuando la Copa Centenario corone a su único monarca.
Un día en el que Chile tendrá ya, habida cuenta de lo sucedido el viernes, un aliciente adicional para tratar de doblegar a Argentina: el de acabar con todas las especulaciones.