El ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado condenando "enérgicamente" la masacre en la ciudad siria de Al Haula, donde el pasado viernes murió más de un centenar de personas, y pidió al Ejecutivo sirio el "cese inmediato del uso de armamento pesado en contra de centros de población civil".
El gobierno dice que espera que se investigue la matanza y que los responsables "sean llevados a la justicia", reiterando su respaldo al plan de seis puntos propuesto por enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, para dar una salida a la crisis.
Además, hizo un nuevo llamado "tanto al gobierno como a la oposición siria para que cese la violencia y sienten las bases de un diálogo que pueda llevar, en definitiva, a una solución política a la actual crisis".
La declaraciones están en la línea de las resoluciones 2042 y 2043 del Consejo de Seguridad de la ONU.