"Crecemos cada vez más como equipo y jugando colectivamente mejor". Ya lo anticipaba el extremo derecho Pablo Baeza luego del triunfo dominical ante Bahréin. Y ayer, Chile lo demostró con creces, en el Arena de Brest, al vencer a Japón por 35-29 y, de paso, concluir el Mundial de Balonmano en la 21ª posición, su mejor ubicación en una cita planetaria.

Japón, cuadro bien plantado en defensa y con una gran transición hacia el ataque, complicó a Chile en los minutos iniciales, pero terminó sucumbiendo a la mayor precisión de los hombres del español Mateo Garralda.

En la primera mitad, el equipo chileno comenzó estático en defensa e impreciso por la gran presión que ejerció el cuadro nipón, que, con una alta vertiginosidad, se adelantó en el marcador por 4-8 en los primeros 10 minutos. Sin embargo, allí aparecieron los hermanos Feuchtmann y Salinas.

Apoyados también por los extremos Sebastián Ceballos y Pablo Baeza, lograron irse al descanso en ventaja por 17-12. El segundo tiempo vio mejor cara de Chile. Una racha de cuatro goles al comienzo del parcial terminó por sepultar las esperanzas asiáticas. Finalmente, el marcador dictaminó un categórico 35-29.

Erwin Feuchtmann, elegido como el mejor jugador del partido, se mostró feliz: "El objetivo era seguir haciendo historia. Quizás para mucha gente no signifique nada ganarle a Japón, pero para nosotros sí; dimos un paso adelante".

El menor de los hermanos Feuchtmann aludió también a las palabras de Garralda luego la dramática derrota del viernes ante Arabia Saudita, que abortó la posibilidad de pasar a octavos de final: "Él nos dijo 'esto no se ha terminado, todavía nos queda historia que hacer: vayamos hacia adelante".

El entrenador español reunió al plantel e invitó a una reflexión. "Me despedí de ellos y pedí que hicieran una reflexión. De sentirse con la obligación de mejorar físicamente y en lo táctico-técnico. De buscar una mejora continua a modo individual en cada club y eso lógicamente, afectará de manera positiva el rendimiento de la Selección".

La meta ahora es ir por la corona continental, como lo explica Garralda. "Mi objetivo en el panamericano que se viene, es conseguir la final e intentar ganarla; en el anterior, era ver si nos metemos en la final", explicó.

El navarro comentó sobre su futuro: "En principio, todo este año debería seguir al mando de la Selección".

El equipo recogerá hoy las maletas y llegará mañana a Santiago. No pasó de la primera fase, pero ganó su primer partido ahí y terminó en su mejor puesto histórico.